Política Reunión con diplomáticos

Argentina pedirá "límites claros" para medir la contaminación de la pastera UPM

Durante una reunión de representantes diplomáticos de ambos países, autoridades pedirán "fijar claramente que no se superen los parámetros admitidos en las normas internacionales" para medir la contaminación de la pastera.
El Gobierno argentino reclamará, este martes en Buenos Aires durante una reunión con representantes diplomáticos uruguayos, establecer "límites claros" para medir la contaminación de la pastera UPM (ex Botnia), un tema sobre el que ambos países no logran un acuerdo.
Según publica El Observador, el embajador argentino en Uruguay, Dante Dovena, informó que el tema es una prioridad para el kirchnerismo, que propondrá una negociación en base a "normas rígidas" para lograr un acuerdo de parámetros ambientales que a su vez sea aplicado en todo el río Uruguay y el río de la Plata.
Para Dovena, "hay que fijar claramente que no se superen los parámetros admitidos en las normas internacionales" y agregó: "El martes nos reuniremos gran parte de la cancillería uruguaya y la argentina, y vamos a resolver una serie de cosas que en el caso de la Argentina tiene como prioridad absoluta fijar los límites claros sobre UPM".
El mencionado matutino agrega que el embajador manejó como propuesta ir más allá del caso Botnia y realizar un acuerdo binacional que fije "las reglas de juego" sobre la protección del medio ambiente del río de la Plata y río Uruguay.
Anterior cruce
El último cruce por el caso UPM ocurrió en mayo cuando el presidente de la delegación argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Hernán Orduna, afirmó a radio Máxima de Gualeguaychú que el gobierno uruguayo "impide" avanzar en los controles ambientales sobre la pastera UPM.
Las declaraciones generaron la reacción del gobierno uruguayo. El presidente de la delegación uruguaya en la CARU, Gastón Silberman, dijo a El Observador en la edición del 13 de mayo que "Argentina hace lo imposible y miente para demostrar que UPM contamina, y Uruguay sabe perfectamente que no contamina".

La respuesta de Orduna no se hizo esperar. El representante argentino afirmó al día siguiente a El Observador que UPM vuelca sus efluentes al Río Uruguay a una temperatura de entre 32 grados y 38 grados centígrados, cuando, según el digesto, debería hacerlo a la temperatura natural del río, que en su valor medio anual son 20 grados, según Argentina.
Además afirmó que, de las medidas acordadas para llevar adelante tras el fallo de la corte de La Haya, sólo una de seis se efectivizó y fue hacer controles en el agua con una sonda multiparamétrica. Y sobre eso también presentó reparos. Cuestionó que se colocó esa sonda a 2.000 metros y no cerca de la boca de salida de los efluentes, que son "color Coca Cola y con espuma", aseguró.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

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