Política Lo hizo a través de una videoconferencia

El ministro de Gobierno testimonió por casi tres horas en el juicio a policías de Concordia

A través de una videoconferencia, Adán Bahl se explayó y narró los hechos anteriores y posteriores al 8 y 9 de diciembre de 2013. Recordó que cuando llegó a Concordia por aquellos días la ciudad "era un caos".
Desde una de las salas del Superior Tribunal de Justicia en Paraná se realizó este jueves la videoconferencia tomando testimonio al ministro de Gobierno y Justicia, Adán Bahl. En su declaración, el funcionario se explayó y narró los hechos anteriores y posteriores al 8 y 9 de diciembre de 2013. Puntualizó que en la firma del acta de acuerdo no estuvo presente, aseverando además que por su formación sabía que "desde lo administrativo se la consideraba totalmente nula" y amplió: "por más que estuviera firmada no iba a tener validéz, ya que no tenía ninguno de los requisitos administrativos necesarios".

Bahl arribó a los tribunales paranenses minutos antes de las 15hs. y fue el único testigo citado para la jornada. Fue contundente al graficar en la madrugada que estuvo en la Jefatura de Policía, tratando de disuadir el amotinamiento, no lo consiguió. Así fue que subrayó: "intenté empezar a hablar pero fue muy complicado porque había numerosas interrupciones. Me gritaban que había varios muertos. Dejé que se expresaran porque había mucha bronca". En ese contexto dijo: "Cada vez que tomaba la palabra para explicar la propuesta había interrupciones. Era un monólogo de muchos hacia mí".

El funcionario narró que el aumento salarial para la fuerza entrerriana comenzó a ser evaluada a finales de noviembre junto al ministerio de Economía y Hacienda. "Eso lo empezamos a hacer por los sucesos que se venían desarrollando en Córdoba. Tuvimos varias reuniones para mejorar la situación del personal. Hacia el 6 de diciembre arribamos a un número que nos parecía adecuado", señaló. Así, la provincia estipuló varios códigos que beneficiaban a los uniformados, donde en promedio el aumento del salario neto rondaba los $1.600, "que nos parecía bastante adecuado para ofrecer", entendió el ministro. La oferta tuvo también el visto bueno por el Jefe de Policía de la provincia, el ministro de Economía y el gobernador.

Así se arribó al sábado 7 de diciembre, con un clima de tensión en varias provincias del país, con fuerzas que comenzaban a pleagarse a la protesta salarial. Los titulares de las jurisdicciones policiales entrerrianas fueron convocados a Paraná a una reunión. "Les hicimos conocer en forma informal para que anoticien al personal, indicándoles que iba a haber un aumento para anunciar. Eso fue bien tomado", expuso.

"El domingo recibo noticias de que había situaciones de toma en Concordia. Luego intento comunicarme con el Jefe de Policía de Concordia y no fue posible. Evaluamos en mi oficina la situación con el Jefe de Provincia y me dijo que las comunicaciones estaban cortadas. Después me llama el gobernador y el intendente de Concordia. Los datos que teníamos eran parciales y contradictorios. Eso fue aumentándose, por lo que decido viajar", expuso el ministro ante el tribunal.

Mientras viajaba a la capital del citrus los llamados telefónicos no cesaron. La información que dijo recibía era de que había varios muertos en esas horas, pero que se desconocía el número total. Los diálogos con los responsables de los Bomberos, la Gendarmería y del Hospital Masvernat permitieron hacerse de una idea más global.

"Cuando ingreso a Concordia veo una ciudad que era un caos", graficó Bahl. A ello sumó: "Veo autos atravesados, barricadas, palos. Grupos de jóvenes tratando de defender sus comercios. La situación me impactó. No pensaba encontrarme con eso".

Más tarde se entrevistó con el Subcomsiario de Provincia, Juan Ramón Rosatelli. "Le digo que había una muy buena propuesta para hacerles. Tomamos la decisión de que el Jefe Massuh no venga porque varias de los que estaban habían sido sumariadas". La decisión de ir a la Jefatura a dialogar con los agentes amotinados estaba tomada, por lo que ingresó junto a Rosatelli por la parte de atrás. "En la zona de la escalera me encuentro con mucho personal uniformado y de civil. Había mujeres en un número importante. Ingresamos al salón y estaba lleno, adentro y afuera. Era un clima hostil", indicó.

"Luego intento empezar empezar a hablar pero fue muy complicado porque había numerosas interrupciones. Me gritaban de que había muertos. Dejé que se expresaran porque había mucha bronca", mencionó Bahl, asegurando que "Cada vez que tomaba la palabra para explicar la propuesta había interrupciones. Era un monólogo de muchos hacia mí". Allí fue que intentó explicar la propuesta que llevaba, pero era absolutamente rechazada. Fue así que a los pocos minutos se retiró de la jefatura, camino a la casa del intendente Bordet donde lo aguardaba una reunión de urgencia.

En las primeras horas de la mañana del lunes surgió la posibilidad de una reunión con 4 o 5 uniformados en las termas locales, bajo la coordinación del Secretario del Sindicato de la Fruta, Alcides Camejo. "Fue cordial y amena. Les volví a hacer la propuesta. Les dijimos que se necesitaba que vuelvan a trabajar. Me manifestaban rotundamente las sanciones administrativas y penales", recordó el funcionario, recordando que les dijo "que sobre las primeras se podrían manejar, pero de las acciones de la justicia no nos podíamos comprometer".

Ante el avance de las horas y la falta de soluciones, integrantes del gabinete provincial entendían que era prioritario resolver el conflicto esa misma noche. "El capellán Zabaletta me dijo que estaba re complicado el panorama y que si no les dábamos $10.000 podía haber una matanza", mencionó el ministro, por lo que tomó la determinación de transmitirle el mensaje a Urribarri, quien decidió recibir a un grupo de delegados que estaban en la Jefatura.

"Se buscó un punto de convergencia. Se habló y planteaban cosas. Había mucha efusividad", subrayó el testigo, a la vez que dijo ver cómo luego la propuesta fue rechazada, y nuevamente se encaraban las negociaciones.

"Sabía que el acta iba a ser prueba del delito y no para un aumento salarial. No participé y no la firmé. Desde lo admistrativo se la consideraba totalmente nula", enfatizó Bahl, añadiendo: "Por más que estuviera firmada no iba a tener validez. No tenía ninguno de los requisitos administrativos necesarios".

Para el ministro, "el acta no estaba al alcance de las condiciones presupuestarias de la provincia" y que "aún así había que apelar para que el orden volviera a la ciudad"."Mi formación me indicaba que lo que diga ese papel no se iba a poder sostener. Se hizo en un momento donde había que controlar el caos que se vivía en concordia", recalcó.

"El gobernador les pidió que saliera a trabajar y no acataron. No había subordinación ni cadenas de mando. No aceptaban ninguna recomendación y no era posible dar una orden", ratificó el funcionario, para luego revelar: "se evaluó desalojar la jefatura, porque sabiamos que el personal estaba armado. Buscamos canales de comunicacion y evitando el enfrentamiento de policías con policías".

"En la reunión que se hizo en las termas nos decían que les pagáramos el aumento y en una hora salían y controlaban todo" rememoró el ministro, para concluir que "jamás vi una cosa así. Con ese grado de violencia. Nunca vimos una negociación salarial así". (Diario Río Uruguay)
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