Otra particularidad es que no hay dirigentes vecinalistas entre los anotados como sucedió en otras oportunidades, si bien es cierto que no les ha ido bien al momento de que el legislativo de Paraná evalúe criterios de selección. Hubo abogados y dirigentes políticos, como Jorge Kerz, el primer defensor; o el actual, Luis Garay; referentes del mundo académico, como Martha Benedetto, o el actual defensor Adjunto, Pablo Donadio, vinculado también al radicalismo. Pero no ha sido el de ser referente en un barrio una característica que se imponga como valor definitivo en los distintos períodos.
Los candidatos
Luis Garay y Pablo Donadío se postulan ambos para otro mandato en la Defensoría. Lo que prevé la ordenanza 8391 es que las candidaturas se presenten para el cargo de titular, aunque el Concejo debe elegir también a un adjunto.
Garay y Donadío aspirarían a ser nuevamente la fórmula elegida, tal como sucedió hace cinco años. Ambos presentaron los avales que prevé la ordenanza, un porcentaje del padrón que hoy significa reunir más de mil firmas entre los paranaenses. El otro modo de ser electo es por la simple bendición de un concejal que defienda el nombre en el recinto.
Según Página Política, sorprendió la decisión del secretario privado de la intendenta Blanca Osuna, Sebastián Tomasi, de postularse para el puesto.
Aparecen otros dos postulantes: una persona de nombre Jesús Bardón; y un joven, Daniel Maximiliano Gómez, de 25 años, que ha sido parte del equipo de la Fundación Eco Urbano, participa en el programa Mi ciudad y mi gente y lanzó una campaña en Facebook y otros mecanismos para reunir los avales requeridos.
Quiero ser el próximo Defensor del Pueblo de la ciudad de Paraná porque considero que tengo la formación, trayectoria y sensibilidad social para ocupar un rol que requiere una cercanía constante con la gente y una predisposición para la resolución de sus problemas y de aquellas situaciones que vulneren sus derechos, expresó en el marco de esa campaña.