De esta manera, el funcionario salió al cruce de las declaraciones del entrerriano que conduce la entidad ruralista. Para Báez, la letra de Etchevehere responde al gen antiperonista que habita en su cuerpo, habla como gorila porque no entiende el proceso inclusivo que se dio en estos años en el país; transpira oligarquía porque quiere un país chico basado en la lógica terrateniente y está quedando a la derecha de Martinez de Hoz, el hacedor de la más repugnante destrucción del aparato productivo nacional.
En las últimas horas se produjeron cruces verbales por la nueva ley de abastecimiento que está siendo votada en el Congreso de la Nación, dónde el Estado se reserva un rol de fuerte acción desde la Secretaría de Comercio. En tal sentido el Ministro de Cultura y Comunicación manifestó que ni Etchevehere, ni sus antecesores chistaron cuando obraron de alfombra roja para los dictadores genocidas, no tuvieron empacho en ser cómplices del exterminio de miles de argentinos y ahora está preocupado porque el Estado va a tomar las riendas de la oferta y la producción de bienes.
Es tan precario Luis Miguel que no sabe que con el texto de la actual ley la Secretaría de Comercio Interior puede tomar fuertes medidas como intervenir temporariamente explotaciones agropecuarias, forestales, mineras, pesqueras, establecimientos industriales, comerciales y empresas de transporte; pero lo peor es que con sus dichos está a la derecha del nefasto Alfredo Martinez de Hoz, cuando dijo amenazante "Guay de aquel que no entienda la responsabilidad del momento histórico que vivimos", justamente en un discurso ante 500 empresarios en la citada secretaría, agregó.
Aquel 12 de abril de 1976 Alfredo Martínez de Hoz dijo "no me va a temblar la mano en aplicar los instrumentos que tiene el Estado a su disposición, no para aplicar multas ni las penas consabidas de la ley de abastecimiento, sino medios mucho más efectivos que pondrán en juego las leyes económicas para que, por medio de la política arancelaria o crediticia, a cada empresario que no haya sabido comprender la responsabilidad de la hora, se dé cuenta que le ha resultado un pésimo negocio el no haber estado a la altura de la comunidad empresaria en la cual debe desempeñar su oficio".
