Tras conocerse la opinión de profesionales veterinarios sobre el proyecto de ley del diputado provincial, Antonio Julián Rubio, (UCR-Gualeguay) tendiente a regular los espectáculos de jineteadas en la provincia; la Asociación Protectora de Animales Patitas de Gualeguaychú dio a conocer su punto de vista sobre este proyecto y recordó que desde hace un tiempo vienen trabajando para la suspensión definitiva de este tipo de actividades en esa ciudad.
Desde Patitas indicaron: En principio queremos hacer referencia a la parte estrictamente legal, ya que no se puede legalizar algo que está expresamente prohibido por Ley. Si no leemos, interpretamos y estudiamos las leyes mal podemos pedir una regulación, ampliación y efectivización de las mismas.
Además explicaron que la Ley 14.346 es totalmente clara cuando refiere en el Art 3 (inc. 7): "queda totalmente prohibido lastimar y arrollar animales intencionalmente, causándoles torturas o sufrimientos innecesarios o matarlos por el solo espíritu de perversidad".
En tanto, en el Inciso 8 del mismo artículo añade que queda totalmente prohibido realizar actos públicos o privados de riñas de animales, corridas de toros, novilladas y parodias en que se mate, hiera u hostilice a los animales.
Asimismo, desde la Asociación Protectora agregaron: Analicemos la palabra empleada en primer término por esta Ley que es Lastimar. ¿Saben cuántos caballos han resultado muertos y lastimados en estos espectáculos? Cientos, algunos quebrados (los sacrifican), desnucados, además de los accidentes producidos en el traslado de los mismos. Recordemos que en el último festival de Jesús María se murieron dos yeguas y otros tantos en un vuelco en la ruta.
Asimismo, desde la Asociación local destacaron que cuando se menciona que estos espectáculos honran la Tradición, nosotras opinamos que esto es subestimar la cultura y educación de un pueblo, porque la tradición no se honra a costa de un ser indefenso, que no tiene la posibilidad de decidir. La tradición no significa sometimiento, habilidad, destreza y crueldad como muestra de virilidad sobre el más débil, aseveraron.
Y en referencia a los ingresos que este tipo de festivales generan, indicaron que es muy fácil hacer de esto un negocio. Acá no hay dos partes que decidan, acá hay una que hace el negocio y del otro lado está el sometimiento de los animales.
En otro orden, detallaron que cuando argumentan que estos caballos son los animales que más se cuidan y se alimentan en el campo, les respondemos que un esclavo bien alimentado no deja de ser un esclavo. Cuidarlos en algunos momentos no justifica que merezcan ser torturados luego. Aunque los golpes durasen solo unos segundos.
Asimismo, se preguntan si ¿es ético aceptar que para que muchos se diviertan los caballos deban padecer las reiteradas puñaladas de la espuela, la marca ardiente del rebencazo y la llaga sangrante de la encía herida por el ceñido bocado de lonja, cuando no de cadena envuelta en trapo?
Concurren con la familia y con los niños, que crecen con la idea que lo que están viendo es licito y, peor aún, creen que es algo digno de admirar, se trata de una cuestión cultural y la tradición es herencia, pero tenemos que entender que debemos dejarles a los que nos siguen una herencia más sana y sustentable. Este gran circo romano no deja de ser un gran negocio para algunos pocos, y quizás allí radica el secreto de su vigencia, aseveraron desde Patitas. Por último, queremos dejar sentada nuestra posición clara y contundente sobre este tema: Los animales son seres que sienten, concluyeron desde Patitas.
Concurren con la familia y con los niños, que crecen con la idea que lo que están viendo es licito y, peor aún, creen que es algo digno de admirar, se trata de una cuestión cultural y la tradición es herencia, pero tenemos que entender que debemos dejarles a los que nos siguen una herencia mas sana y sustentable. Este gran circo romano no deja de ser un gran negocio para algunos pocos, y quizás allí radica el secreto de su vigencia, publicó El Argentino.
