Policiales Dos denunciaron amenazas y ataques

Testigos presenciales ratificaron que el imputado asesinó a Octavio Clari

Tres testigos que estuvieron en la Plaza de las Colectividades en el Parque Urquiza de Paraná, señalaron sin dudar a Cristian Rodríguez como el autor de los disparos que terminaron con la vida de Octavio David Clari.
Tres testigos, uno amigo de la víctima, y dos conocidas del imputado, señalaron con seguridad a Cristian Exequiel Rodríguez como la persona que el 6 de abril de 2013, aproximadamente a las 6, disparó a quemarropa contra Octavio David Clari, quien se encontraba junto a otras personas en la Plaza de las Colectividades, sobre calle Presidente Alfonsín, en Paraná. El móvil de la brutal agresión, según sostuvieron los testigos, fue una inocua discusión por una moto que impedía que el auto en el que el imputado se trasladaba junto a tres personas más, pudiese salir del lugar en el que estaba estacionado.
El caso tiene similitudes con el crimen de Leandro Fornero porque el móvil sería una discusión insubstancial de tránsito que se dirimió de manera violenta, cobrándose como saldo una víctima joven. En este sentido es preocupante, y deberá ser motivo de abordaje por las autoridades competentes, que jóvenes que supuestamente salen a divertirse lo hagan armados.
En la primera jornada de la audiencia que comenzó ayer ante el Tribunal de la Sala I en la Cámara del Crimen, que integran José María Chemez, Miguel Ángel Giorgio y Elvio Garzón, escuchó los testimonios de Lautaro David Barzola y de las hermanas María Inés y Luciana Ayelén Netto, quienes señalaron sin dudar a Rodríguez como el autor de los disparos que terminaron con la vida de Clari, que tenía 19 años al momento del hecho. La audiencia continúa mañana con nuevos testimonios. La acusación pública está a cargo de la fiscal de Cámara María Carolina Castagno, mientras que la querella particular es ejercida por Marcos Rodríguez Allende. La defensa es responsabilidad de Hugo Gemelli y Matías Argüello de la Vega.
Barzola era amigo de Clari. No conocía a Rodríguez al igual que la víctima, según manifestó en el debate. El joven recordó que “la estábamos pasando bien. Exequiel arrancó el auto y pasa casi rozando la moto de Octavio. Le cargó el arma y Octavio le dijo ‘qué cargás el arma’, y sacó el arma y le tira dos tiros”. Barzola aseguró que la moto “estaba bien estacionada, como las otras motos” y agregó que “la moto no le impedía bajar el auto, podía pasar”. También sostuvo que Rodríguez “no reclamó nada, pasó muy cerca de la moto, no dijó ‘corré la moto’; no dijo nada, cargó el arma sin motivo alguno. Octavio lo miró nomás y el otro le cargó el arma”. El testigo identificó sin dudar a Rodríguez y ante una pregunta de la fiscal sobre si estaba convencido, respondió “seguro”.
A su turno, María Inés Netto manifestó que conoce al imputado de una iglesia Adventista de su barrio y sostuvo que no conocía a Clari. La joven declaró que esa noche vio a Rodríguez en “un auto gris con Marote, Paul y un inválido del que no sé cómo se llama”. También dijo que “Rodríguez sacó el arma y disparó, escuché varios disparos” y añadió: “Vi que discutían por una moto, supuestamente porque no la corrieron. No escuché porque estaba distante, pero vimos señas. Clari lo miraba”. La testigo precisó que “no sé cómo fue la discusión, él (por Rodríguez) agarró el fierro, lo cargó y disparó. Eran dos armas, una gris y una negra; primero hizo señas con la gris y con la negra le disparó”.
Luciana Ayelén Netto ratificó lo dicho por su hermana y agregó que vieron a Rodríguez en el lugar del hecho y recordó que alguien dijo “ahí está buscando quilombo”. También dijo que “se estaban peleando por una moto, querían que la corran” y respecto a si la moto obstaculizaba el paso del Peugeot 206 que conducía Rodríguez, opinó “pienso que no, para mi salía”.
En primer término declaró Aldana Oriana Ramírez, que era novia de Clari al momento del hecho. La chica no pudo dar demasiadas precisiones del ataque porque acudió al lugar con otro grupo de amigos y mantuvo una rencilla con su novio que estaba con otro grupo. La joven sostuvo que, cuando se retiraba de la plaza en un remís porque sus amigos se fueron antes, escuchó varios disparos, se bajó del auto y fue al lugar de los disparos y vio a Clari sin vida.
Las hermanas Netto sostuvieron ante el Tribunal que fueron amenazadas e incluso les tirotearon su casa por esta causa. Ambas señalaron a un hermano del imputado de nombre Esteban y a un amigo de aquel, al que mencionaron como Pablo Vega. María Inés cuestionó que tras todos los ataques que sufrió junto a su familia y “muchísimas denuncias”, que motivó que su padre se encadenara ante la puerta de Tribunales pidiendo protección, aún no tienen asignada una custodia. La chica manifestó “a nosotros nos dejaron re tirados; somos nosotros lo más perjudicados y él fue el que mató al pibe”, dijo señalando al imputado.
La testigo también cuestionó que el imputad la llamó desde la cárcel para amenazarla con que si no retiraba la denuncia iba a enviar gente de Rosario para que matara a toda su familia. Netto le habló directamente a Rodríguez, a pesar de las advertencias del Tribunal para que se dirigiera al estrado. La joven le dijo “A vos te digo ¿no viste que hay cámaras? Por eso nos citaron a nosotras”.
Tras escuchar los testimonios de la testigo, el Tribunal ordenó que se le asigne una custodia ahora para garantizar la seguridad de la testigo y su familia. Por su parte, la fiscal precisó que todas las denuncias por los ataques y las amenazas están acumuladas y se están investigando.

El hecho
A Rodríguez se le endilga que el 6 de abril de 2013, “alrededor de las 6 cuando Clari se encontraba junto a otras personas en la Plaza de las Colectividades le disparó desde un Peugeot 206 que conducía él, varios disparos con un arma cuyas características hasta el momento no se han podido determinar, impactándole dos, uno de ellos por encima de la cadera izquierda, sobre la línea axilar anterior izquierda, y el otro en el antebrazo derecho, siendo trasladado al Hospital San Martín, donde se produjo el deceso, a las 7 aproximadamente, por shock hipovolémico por hemorragia aguda por perforación de vena cava inferior por proyectil disparado por arma de fuego”. (El Diario)
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