La sorprendente reacción del futbolista fue cabecear en el rostro al referee del partido, pero también le propinó un golpe en el rostro antes que fuera contenido por sus compañeros y que ingresaran los efectivos policiales al campo de juego.
Como era de esperar, el partido fue suspendido cuando el partido era ganado por Salto Grande por 1 a 0. Desde la Liga Concordiense de Fútbol se adelantó a Diario Río Uruguay que cualquier tipo de sanción al jugador violento "será resuelto por el tribunal de disciplina" de esta entidad.