Policiales Rosario

Pagó 400.000 pesos de rescate por el secuestro virtual de su hijo

A una mujer de 85 años la amenazaron con matar a su hijo si no entregaba dinero y joyas. Hizo cuatro viajes hasta un árbol donde arrojó la plata en bolsas de basura.
La víctima dejó el dinero en bolsas de residuos junto al árbol
Foto: La víctima dejó el dinero en bolsas de residuos junto al árbol
Una mujer de 85 años cayó en la trampa de los secuestros virtuales y, tras recibir un llamado telefónico donde una persona le advertía que tenía a su hijo y lo mataría si no entregaba un rescate, depositó 400 mil pesos en cuatro bolsas de residuos junto un árbol, en la esquina de Colón y La Paz, en el apacible barrio República de la Sexta, de la ciudad de Rosario.

"Entregale la plata mami, me están cortando" suplicaba una voz masculina sufriente del otro lado de la línea telefónica. E. no dudó y con el ritmo de sus 85 años fue y volvió cuatro veces durante unos 40 minutos desde su casa hasta un árbol ubicado en Colón 2310 donde depositó el dinero del rescate.

Allí, sobre la base de arbusto dejó bolsas de residuos que en total contenían unos 400 mil pesos, producto de ahorros de toda la vida que ni siquiera su familia estaba al tanto de que guardaba. En medio de la llovizna alguien que pivoteaba por la zona se encargó de alzarlas y el secuestro virtual se consumó con éxito.

El hecho ocurrió a las 16 del domingo. La mujer estaba sola en su casa cuando sonó el teléfono fijo. Una voz masculina le dijo que tenía secuestrado a su hijo, de 55 años. Y que para liberarlo debía pagar un rescate de dinero y joyas, porque de lo contrario lo matarían.

Sin dudarlo y ante esa dramática advertencia, E. acopió los ahorros de su vida y los fue guardando en bolsas de residuos color verde. Tenía la instrucción precisa de depositarlas junto a un árbol, ubicado en la esquina de Colón y La Paz., a unos 50 metros de su casa.

Primer viaje

Sin cortar la comunicación y bajo la amenaza permanente de los secuestradores virtuales hizo ese recorrido una vez. Al regresar le dijeron que era poco, que tenía que poner más dinero, "todo y las joyas". La mujer rellenó otra bolsa, hasta con billetes de dos pesos, y realizó otra entrega. Así cuatro veces, hasta que la comunicación se cortó.

Su hijo, que obviamente no estaba con ella, se enteró de la situación por un vecino que lo llamó por teléfono. "¿Vos estás bien? Me la crucé a tu mamá en la vereda y me dijo que te tenían secuestrado y te estaban cortando", preguntó el ocasional testigo a N.

Para alivio de su madre, la supuesta víctima estaba a salvo y nada de lo que se configuró a través del teléfono había ocurrido. "Me vine directo para la esquina donde dijeron que había dejado el dinero, pero obviamente no encontré nada", explicó a LaCapital con resignación el hijo de la vecina engañada.

El hombre contó que no estaba al tanto del dinero que guardaba su madre, que no tenía joyas ni otras cosas de valor como pedían los secuestradores virtuales.

Una moto en regla

"Me pareció sospechosa una moto estacionada junto al árbol, pedí al 911 que chequearan si no era robada, pero estaba todo en regla. Después la operadora me dijo que ellos se encargarían de reportar el hecho".

"En las condiciones en que está mi mamá, con sus 85 años, habrá tardado fácil cuarenta minutos en ir y volver esas cuatro veces hasta la esquina. Entregó hasta billetes de dos pesos", describió.

Medidas

El caso quedó en manos del fiscal Nicolás Foppiani, de la unidad de Investigación y Juicio del Ministerio Público de la Acusación (MPA), el mismo que 2015 desbarató una banda de la comunidad gitana a la cual se le atribuyeron más de un centenar de secuestros virtuales (ver aparte).

Ante este nuevo caso el encargado de la acusación ordenó una serie de medidas al área de Inteligencia Criminal de la Policía de Investigaciones (PDI).

El objetivo es rastrear cámaras de videovigilancia de la zona, realizar algunas averiguaciones de calle y monitorear el origen de los llamados recibidos en el teléfono de la víctima, aunque algunos datos de la pesquisa se mantuvieron bajo estricta reserva.

La recomendación para estas situaciones sospechosas que tienen a los adultos mayores como banco habitual es cortar la comunicación, certificar con el familiar aludido su estado de salud y ubicación y realizar de inmediato la denuncia al 911.

"En las condiciones en que está mi mamá habrá tardado fácil cuarenta minutos en ir cuatro veces hasta la esquina". (La Capital)
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