Asimismo, resaló: "Estos hechos que se le imputan no se ajustan a la verdad histórica de lo que en Concepción del Uruguay pasó en aquellos años".
"Se me sindicó como que integré una patota que vino de Buenos Aires a hacer el mal en esa ciudad. A mi me circuló el pase cuando tenía tres años y cuatro meses de oficial de la Policía Federal. Me sentí muy cómodo con la que entonces era mi novia. Nos gustó el lugar y nos casamos en Concepción del Uruguay", expresó. Exhibió su libreta de matrimonio, con lo cual quiso justificar que "no viene a integrar ningún grupo fantasma". Ante las cámaras de Elonce TV, Mazzaferri afirmó: "En esa delegación en los dos años que me tocó estar no funcionó ningún centro clandestino de detención".
Habló de la "verdad histórica" y resaltó que "la sociedad de Concepción del Uruguay sabe que no es así".
Para refutar las acusaciones en torno a que no usaba uniforme, mostró fotos y señaló que incluso "me casé de uniforme". Además negó que haya integrado una asociación ilícita.
"Mi único pecado es haber pertenecido a una fuerza bicentenaria, de lo cual me siento orgulloso", declaró. Además resaltó que fue formado por su padre con principios "éticos y morales muy sólidos, basados en la honestidad y decencia". Asimismo, acusó que su madre "no pudo soportar la tristeza" por las imputaciones contra él.
Enseguida se refirió a la "memoria es selectiva" y consideró que "para quienes somos padres, las joyas más preciadas son nuestros hijos. Cómo puedo entender que padres que fueron a buscar a sus hijos, se los llevaron y luego de 30 años estos jóvenes cuentan aberraciones. Si eso hubiera sido así, una solicitada, una denuncia, una manifestación o una expresión hubiera habido". Además recalcó que "en ese lugar no había terrorismo de estado ni mano dura. Todo eso fue producto de un relato y de una verdadera casa de brujas. No puedo concebir que un padre no haya tomado cartas en el asunto si eso hubiera ocurrido". "No encuentro respuesta al interrogante de por qué a mi. Los que imputaron no imaginaron el daño colateral que produjeron, porque mi familia sufrió horrores. Mi esposa me acompañó todos estos años 170 o 180 domingos viniendo a vernos al penal. Una compañera de lujo que tuvo que tomar el timón de mi familia y hacerse cargo para poder sostener a nuestros hijos y siete nietos", enfatizó Mazzaferri.