Policiales Fatídica noche

Juzgan a un joven que mató accidentalmente a su amigo de un escopetazo

Hugo Alejandro Rivero, alias Papucho, de 27 años, comenzó a ser juzgado ayer por el delito de homicidio culposo. Se le atribuye haber dado muerte a su amigo por el manejo imprudente o negligente de una escopeta.
Rivero se quebró en llanto cuando recordó cómo se produjo el disparo
Foto: Rivero se quebró en llanto cuando recordó cómo se produjo el disparo
Crédito: El Diario
Hugo Alejandro Rivero hizo uso del derecho a prestar declaración indagatoria para que dé su versión de lo que ocurrió el 4 de mayo de 2015 en la estación de servicio Nueva Rhasa, ubicada en la intersección de calles Avenida Presidente Perón y Tratado del Pilar, en Santa Elena.

En ese lugar, alrededor de las 0.45, la víctima fatal, Sebastián Ezequiel Espinosa, junto a Néstor Fabián Ojeda y Miguel Sebastián Luque, llegó para comprar bebidas y realizar una carga telefónica virtual.

Atribuyó el trágico desenlace a una fatalidad en el manejo del arma, tras una broma habitual entre él y su amigo Espinosa.

El Tribunal, integrado por Alejandro Grippo, José María Chemez y Cristina Van Dembroucke, escuchó el trágico relato que dio Rivero al recordar aquella fatídica noche.

El joven, que se quebró en sentido llanto cuando recordó cómo se produjo el disparo que impactó en el pecho de su amigo, sostuvo que tenía el arma en el lugar donde trabajaba porque se la había prestado a su padrastro, que tras utilizarla pasó por la estación y se la regresó.

Rivero sostuvo que la escondió detrás de una heladera para que no la vean sus compañeros de trabajo en el local comercial que está en la estación y que la olvidó, recordando que estaba allí dos o tres días después cuando fue a renovar bebidas en un freezer.

También añadió que la sacó del lugar y la dejó debajo del mostrador del local para no volver a olvidarla.

Rivero rememoró que al lugar llegó Luque con Ojeda, mientras él estaba detrás de la góndola con golosinas, detrás de ellos entró Espinosa, quien lo saludó como habitualmente lo hacía.

La broma consistía en que Espinosa, de físico pequeño, provocaba a Rivero, que es un joven de porte importante. Así, recordó que ingresó y le dijo "inocentemente" la frase "a vos qué te pasa, te voy a romper todo".

Rivero, siguiendo con la charla con su "amigo de hace mucho tiempo" sacó el arma de debajo del mostrador y le dijo "mirá lo que tengo para vos si te hacés el malo".

El imputado recordó que le apuntó, a lo que Espinosa le dijo que no lo hiciera, preguntándoles si era de su propiedad, a lo que Rivero le respondió que la había adquirido dos meses antes.

Rivero recordó que le mostró cartuchos y que "quebró" el arma, en referencia a que la abrió para cargarla, momento en que salta un cartucho que estaba en el alma del caño. Sostuvo que cuando la "cerró", el arma quedó "montada", añadiendo en que cuando intentó pasársela a Espinosa, como la culata estaba laqueda, se le resbaló, tocando el gatillo que estaba "celoso", disparando accidentalmente el arma.

Visiblemente quebrado por la angustia, el joven sostuvo que intentó reanimar a su amigo varias veces, que se desesperó por la situación, que atinó a sentarlo en el piso y a recostarlo contra su cuerpo.
También recordó que le pregunto si estaba bien, recibiendo por respuesta que no. En un momento, tras entrar y salir del local pidiendo una ambulancia, sostuvo que volvió a recostarlo contra su cuerpo, momento en que se dio cuenta "que estaba sin vida".

Rivero, llorando, dijo que cuando llegó la Policía, entró una mujer uniformada y le preguntó qué había sucedido, respondiéndole "lléveme preso, maté a mi amigo".
Rivero terminó su declaración diciendo "eso fue lo que pasó su señoría". Tras su relato, las partes se abstuvieron de realizar preguntas.

Dolo eventual
El debate demoró en comenzar porque el Tribunal se retiró a deliberar sobre el pedido de la querella, a cargo de Roberto Alsina, para que se incorpore en el debate la calificación alternativa de Homicidio con dolo eventual.

El debate comenzó a sustanciarse por el delito de Homicidio culposo, calificación que lleva adelante el fiscal Facundo Barboza.

El Tribunal, antes de emitir su resolución le preguntó al imputado y a su defensor, César Jaime, si tenía alguna objeción al pedido de la querella, que fue rechazado por el fiscal. Jaime dijo que no, que era una cuestión que preveían, por lo que no se opuso a la incorporación de la nueva calificación.

Ésta no modifica el hecho, que es el mismo. El defensor, tras señalar que no hay nueva prueba que producir, se remitió a la prueba colectada en la Investigación Penal Preparatoria (IPP).
Fuente: El Diario
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