Ortiz, asistido por el defensor oficial, Martín Clappier, fue primero detenido preventivamente el martes por la mañana; el miércoles se abstuvo de declarar al ser imputado, y luego se le dictó la prisión preventiva por treinta días que pueden ser prorrogables en caso de que se fundamente esa necesidad.
Por otro lado, días pasados comenzó la autopsia al cuerpo de Villarruel en la Morgue Judicial de Oro Verde, cuyo informe final es aguardado por el fiscal para evaluar nuevas medidas. Se sabe preliminarmente que la víctima tuvo al menos cuatro heridas punzo cortantes provocadas por un arma blanca con filo: en la región del cuello lateral derecho; en la región media del cuello; en la zona mamaria derecha y otra en el parietal derecho a la altura de la sien.
Por eso será crucial saber la hora de su muerte, dato que será cruzado con un mensaje de texto que recepcionó Ortiz y que fue enviado desde el celular de la víctima. El fiscal sospecha que ese mensaje fue auto enviado por el imputado, es decir, Susana Villarruel ya estaba sin vida cuando se ejerció esa comunicación. Dicho celular fue aportado por el hermano de la víctima, quien lo encontró escondido detrás del inodoro de su vivienda ubicada en el asentamiento de calles Ayacucho y Tropas y que compartía con Ortiz.
También los familiares aportaron un cuchillo, tipo tramontina, encontrado en el techo de la vivienda y aunque será materia de peritajes, los investigadores prácticamente han descartado que haya sido el arma que se utilizó para asestar las heridas a la víctima. (Lt41)
