Mientras tanto, decenas de efectivos trabajaban junto con un equipo del Ministerio Público para completar la producción de pruebas y se supo que el detenido habría señalada el lugar donde ocultó ropa manchada con sangre de los dos abuelos. Las fuerzas realizaban averiguaciones para determinar cómo fueron los últimos minutos de los ancianos, quienes se encontraban en el interior de su vivienda y fueron ultimados, previo a recibir una brutal golpiza.
La aprehensión del acusado se produjo durante las últimas horas del martes por orden de la Fiscalía. El hombre tiene aproximadamente 45 años y reside a cuatrocientos metros de la casa de los ancianos. Al parecer, el acusado era un asiduo concurrente a la morada de los Guzmán, quienes vivían solos. Evidencias en su contra
También revelaron que a raíz de las averiguaciones, los efectivos establecieron que las víctimas esperaban al acusado en horas de la tarde-noche del lunes. Las pesquisas determinaron además que el aprehendido tiene antecedentes penales por violencia de género.
Si bien la fiscalía -que aguarda reunir todas las pruebas-, mantiene la prudencia sobre el caso, efectivamente se supo que tras permanecer detenido, el ahijado del matrimonio Guzmán se quebró y confesó el crimen.
Antes de la versión brindada por el supuesto homicida confeso, la Fiscalía había realizado diversos procedimientos y barajaba tres hipótesis. Pero ninguna alentaba la teoría de un asesinato por motivos económicos, ya que horas antes habrían sido descubiertos casi $150.000 que las víctimas guardaban en la casa. Al parecer el móvil que llevó al sujeto a cometer el asesinato sería un problema familiar.
Las pruebas, con sangre, ahora son vitales para los genetistas del Poder Judicial, ya que les permitiría intentar análisis de ADN, publica El Liberal.