Según publicó Radio Máxima, algunas versiones aseguraban que el altercado obedecía a que uno de los grupos de supermercadistas "se cortó" solo y realizó compras al por mayor por fuera del circuito habitual.
La pelea, además, incluía fuertes discusiones en idioma chino y luego se sumaron a la disputa familiares de los comerciantes orientales, por lo que en un momento llegaron a ser diez los protagonistas.
La disputa fue subiendo de tono hasta que los vecinos que pasaban por el lugar observaron que varios de ellos tenían cuchillos, por lo que decidieron dar aviso a la policía.
Pero ante la intervención de los efectivos, ambos bandos depusieron de inmediato la actitud y con la frase "no pasa nada" trataron de calmar a la gente que se había quedado en el lugar.
La dificultad del idioma para entablar comunicarse no habría sido impedimento para entender que la discusión se originó por un problema de "jurisdicciones" de los negocios.
