Se trató del crimen de Ramón Cecilio Abasto, motivado por el supuesto robo de una yegua que era propiedad de los Abasto, por parte de integrantes de la familia Sigfried-Flores.
Por este asesinato, al principio de la investigación Alexis Moyano fue sindicado como autor del hecho y finalmente fue sobreseído.
El 28 de noviembre de 2013, alrededor de las 18, Ramón Cecilio Abasto caía sin vida con un impacto de arma de fuego que le impactó en la región anterior del tórax, provocándole la rotura de una de las arterias intercostales derecha y la muerte por hemorragia aguda, mientras estaba internado en el Hospital San Martín de Paraná.
El hecho ocurrió en calle Zavalía sin número, a metros de calle Santa María de Oro, en barrio La Milagrosa. El lunes 3 de julio se conocerá si el juez decide homologar el acuerdo.
El autor de los disparos, según reconoció ayer en el contexto de un juicio abreviado, fue Mariano Isaias Flores, que aquella tarde estaba acompañado de Ceferino Nahuel Siegfried.
El motivo de la agresión, según surge de las testimoniales que se recogieron en la investigación, estribaría en el robo de una yegua que era de los Abasto, por parte de miembros de la familia Sigfried-Flores.
Incluso, testigos del hecho, recordaron que previo al ataque, Abasto, que iba en un carro con Juan Carlos Aranguiz, rememoraron que la víctima cruzó insultos con un grupo de personas de las familias rivales, precisamente por el equino.
En el hecho, también resultó herido, como un daño colateral del enfrentamiento abierto que mantenían las familias Abasto y Sigfried-Flores, Juan Carlos Portillo, que recibió un disparo en región inguinal izquierda, con salida en región glútea izquierda, fracturando el hueso pélvico, lo que le provocó lesiones de carácter grave.
El vecino estaba en el umbral de la puerta de ingreso a su domicilio, en calle Zuviría y Barrenichea.