En esa oportunidad el hombre aseguró que se había provocado la herida en un un accidente doméstico, cuando manipulaba un cuchillo. Ante ésta situación sospechosa, la policía inició una investigación y tomó el testimonio de la familia del hombre, quienes acusaron a la esposa, identificada como Claudia Moya, como la agresora.
Según una publicación de Diario de Cuyo, la pareja se había casado hacía pocos meses, cuya relación fue señalada por los familiares como "enfermiza", ya que la mujer hostigaba y agredía, de manera permanente, al hombre.
La madre del hombre dijo que la mujer agredía en forma frecuente a su hijo y la acusó de haber planificado el ataque. "Ella está centrada. No está loca. Hay pruebas de que tenía planificado matarlo", dijo Ester González en declaraciones a radios sanjuaninas.
Tras la muerte de Turcumán, el juez que investiga la causa, Benedicto Correa, cambió la carátula como homicidio agravado por el vínculo.
En ese sentido, sostuvo que el jefe de su hijo quiso hacer la denuncia por el maltrato al que era sometido, ya que en varias oportunidades iba a trabajar golpeado. "Le quebró el tabique una vez. Ella tenía una herramienta peligrosa que era su cabeza", manifestó la madre de Turcumán al acusar a la mujer de propinarles cabezazos a su hijo.
Otros familiares aseguraron que Moya sufría "celos enfermizos contra la hija de él". "Muchas veces fue golpeado y en la comisaría le dijeron que "no fuera maricón", explicó el hermano de la víctima mortal.