Policiales Juicio en Paraná

Mujer confirmó que era obligada por su pareja a mantener sexo virtual

Juzgan a un hombre acusado de obligar a su pareja a "realizar sesiones de chat de sexo virtual". La víctima precisó situaciones de violencia cuando se negaba a acceder a los pedidos del acusado.
Un hombre de 45 años, de profesión ingeniero en construcciones, comenzó a ser juzgado ayer por el presunto delito de Coacciones y Privación ilegítima de la libertad. La supuesta víctima de ambos delitos es su ex pareja, que ayer declaró en la primera jornada y ratificó lo que expuso en la denuncia que realizó el 7 de enero de 2016. Ante la jueza del Tribunal de Juicio, Marina Barbagelata, la mujer revalidó la imputación que pesa sobre su ex pareja, con quien convivió 20 años, que precisa que la obligaba "a realizar sesiones de chat de sexo virtual contra su voluntad, comunicación que se producía desde las computadoras instaladas en el hogar familiar con el sitio web cam4 mediante usuario denominado "calentámela" entre los años 2012 al 2015".

La acusación también sostiene que la dejaba "encerrada en algunas ocasiones dentro de la habitación matrimonial para que lleve adelante dichas acciones, en el domicilio familiar, aprovechándose de la situación de sumisión y temor a la que la sometió durante toda la relación de pareja". Según deslizaron fuentes judiciales a El Diario, la mujer refirió situaciones de violencia de género que se prolongaron en el tiempo.

También dijo que el hombre, que es defendido por Marciano Martínez, le decía "vamos a jugar" cuando la obligaba a realizar las sesiones de chat de sexo virtual que él observaba, con una computadora, desde otra habitación de la casa familiar. La testigo refirió que era obligada a realizar los contactos con desconocidos durante la noche, en ocasiones hasta entrada la madrugada. También sostuvo que cuando se negaba era obligada a dormir en el piso en la cocina o en un sillón. Fuera de la habitación de la pareja. Ayer declararon ocho testigos, siete mujeres y un perito. La mayoría son amigas de la supuesta víctima. Dos de ellas pusieron en conocimiento de Fiscalía la situación por la que atravesaba su amiga, que impulsaron a Fiscalía a actuar de oficio. De los dichos de ambas mujeres se desprendería el "constante acoso, hostigamiento, control permanente sobre las actividades diarias de la mujer" por parte del imputado.

La primera jornada se prolongó por la declaración testimonial de la supuesta víctima y porque se decidió pasar a un cuarto intermedio para ordenar una prueba que incorporó Fiscalía. Se trató de una caja con trozos de fotos que los fiscales de la Unidad de Violencia de Género y Abuso Sexual, Valeria Vilchez y Leandro Dato, presentaron ante la jueza. Las fotos son capturas de pantalla que darían cuenta del contenido de los chats a los que supuestamente era sometida la mujer. La jueza pidió que se ordenara lo que consideró "un rompecabezas", para poder evaluar la prueba.

En la causa consta que ni la mujer ni el hombre cobraban dinero alguno por los chats, si bien trascendió que hubo contactos que les ofrecieron abrir una cuenta para ello. También se supo que la supuesta víctima no mostró su rostro, sólo era obligada a exhibir su cuerpo.
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