Policiales "Homicidio culposo agravado"

Juzgarán a un joven por la muerte de seis personas en un siniestro vial

El hecho ocurrió en 2012, y hoy comenzará el proceso judicial contra el único imputado, un hombre que cuando sucedió el siniestro tenía 23 años. La acusación dice que iba alcoholizado y a más de 130 kilómetros por hora.
Un joven que tenía 23 años el 28 de enero de 2012 comenzará a ser juzgado hoy por el siniestro vial en el que murieron cinco personas integrantes de una familia. Una sexta víctima murió cuatro meses después del accidente. Informes indican que el imputado conducía alcoholizado y a más de 130 kilómetros por hora.

Maximiliano Ariel De Giusto, que tenía 23 años en enero de 2012, comenzará a ser juzgado por el delito de Homicidio culposo agravado por la pluralidad de víctimas y la conducción antirreglamentaria de un vehículo automotor, en relación al siniestro vial ocurrido el 28 de enero de 2012, en el que perdieron la vida Omar Alberto Restano, María Mercedes Lovera, Andrea de los Ángeles Restano, José Luis Restano, María Belén Restano, y Javier Rolando Zaragoza, que falleció el 8 de mayo de aquel año.

Aquella noche, el imputado y las víctimas estuvieron compartiendo un asado en el polideportivo de El Palenque. Según efectivos y médicos que arribaron al lugar, alguna de las personas que iban en el Duna quedaron atrapadas entre los hierros retorcidos del rodado.

De acuerdo a la acusación, a De Giusto se le atribuyó que el 28 de enero de 2012, aproximadamente a las 4.45, colisionó desde atrás con su camioneta Mitsubishi L200 3.2 -en la que iba alcoholizado y a más de 130 kilómetros por hora acompañado por Rogelio Córdoba- a un Fiat Duna que iba delante suyo por el mismo carril y en igual dirección. El siniestro vial ocurrió a la altura del kilómetro 475 de la ruta nacional Nº 12, a pocos metros del acceso a El Palenque.

Según se pudo establecer, De Giusto se trasladaba en dirección este-oeste por el carril derecho de la ruta "con un grado de etanol en sangre superior a 0,93 gramos por litro, a una velocidad no inferior a los 137,18 kilómetros por hora, lo que le impidió controlar debidamente su vehículo".

En su declaración indagatoria, De Giusto manifestó: "No recuerdo con exactitud a qué velocidad iba al momento del impacto, iba más o menos a 120 o 130 kilómetros por hora pero no recuerdo haber pasado ningún vehículo adelantándome, en el trayecto desde Cerrito hasta el choque".
Para la acusación, la muerte de las seis personas fue "fruto del accionar imprudente del encausado, que consistió en conducir habiendo ingerido bebidas alcohólicas por encima del máximo permitido, a exceso de velocidad y sin respetar la distancia reglamentaria con el vehículo que circulaba delante suyo, infringiendo así lo dispuesto en los artículo 39 inciso b, 48 inciso a y 51 inciso b de la ley Nº 24.449",

A cargo de la querella particular se encuentra el abogado del foro local, Marcos Rodríguez Allende, mientras que la acusación pública será impulsada por el fiscal coordinador Rafael Cotorruelo. Según deslizaron fuentes judiciales, la defensa de De Giusto será responsabilidad de Miguel Ángel Cullen. El Tribunal de Juicio tendrá integración unipersonal a cargo del juez Pablo Vírgala.

En declaraciones a El Diario, Rodríguez Allende rememoró que "el 28 de enero de 2012 se produjo una de las mayores desgracias automovilísticas que se pueda recodar en estos tiempos". El letrado precisó que "aquel día una familia completa de apellido Restano, que estaba integrada por quien conducía el rodado aquel día, Omar Restano, que iba acompañado por su esposa María Lovera, y sus hijos María Belén, Andrea y José Luis, que iba sentados en el asiento de atrás, perdió la vida".

El querellante indicó que todos los fallecidos eran vecinos de la localidad de Villa Urquiza y sostuvo que tanto De Giusto como Córdoba, "iban alcoholizados" y a una velocidad que superaba los 160 kilómetros por hora" aunque reconoció que hay pericias que indicar que la Mitsubishi iba a más de 140 kilómetros por hora. Rodríguez Allende recordó que la camioneta "se montó sobre el Duna, aplastándolos (a los integrantes)". También resaltó que de la malograda familia sólo salvó su vida una chica porque "por gracia de Dios esa madrugada no iba en el auto, pero perdió a sus padres y tres hermanos".
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