El personal policial descubrió quien sería el autor, el cual viviría a pocos metros del lugar. Se trataba de un menor de 17 años de edad.
Los efectivos concurrieron al domicilio del joven e intentan aprehenderlo, pero fueron agredidos por el menor con un martillo.
Sin embargo, los policías lograron reducirlo y fue trasladado a la dependencia policial, junto a otro menor de 15 años de edad que lo acompañaba.
Minutos después, la madre de joven, entrega a los funcionarios, un cajón de un ropero el cual contenía 220 paquetes de cigarrillos de diferentes marcas. Tras comunicar al fiscal de menores lo sucedido, este dispuso que ambos menores sean entregados a sus padres, procediendo al secuestro de los elementos sustraídos.