Mientras que los tres menores fueron demorados en una celda apartada de los demás internos alojados en esa dependencia policial.
"El barrio está conmocionado. Allí se conocen todos y por ahora nadie quiere aportar más datos porque son allegados a las familias involucradas", explicó a Télam una fuente de la investigación.
Según las fuentes, el hecho investigado fue cometido en el barrio Caballeriza de Oberá, a unos 100 kilómetros de la capital misionera, entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, cuando cinco jóvenes interceptaron a la niña en la calle y la llevaron por la fuerza hasta la vivienda de uno de ellos, ubicada en la calle Atenas.
Allí, la víctima permaneció cautiva durante varias horas en las que fue abusada sexualmente en reiteradas ocasiones, dijeron los informantes.
De acuerdo a los investigadores, en un descuido de sus captores, la nena logró forzar una ventana de madera y escaparse hasta su casa donde alertó de lo ocurrido a su madre, una joven de 26 años, quien el lunes por la mañana denunció el hecho en la Comisaría de la Mujer.
Desde ese mismo momento, la víctima fue internada en el Hospital Samic de Oberá, donde los médicos constataron que presentaba heridas compatibles con abusos sexuales con acceso carnal.
Los voceros precisaron que la nena sufrió múltiples hematomas y escoriaciones en rostro, tórax, parte anterior muslos y piernas, y también lesiones en la zona genital.
Si bien en un primer momento se dispuso que la paciente quede internada durante 15 días para recibir el tratamiento más adecuado, el director del hospital, Héctor González, adelantó que en las próximas horas podría ser dada de alta.
Por su parte, el jefe de la Unidad Regional II, comisario general Juan Rodolfo Gómez, confirmó a Télam que los cinco sospechosos fueron apresados por la tarde del lunes por personal de la División de Investigaciones en el barrio Caballeriza y puestos a disposición del juez Alarcón.
El magistrado caratuló la causa como "privación ilegítima de la libertad y abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de menores".
Según el comisario Gómez, los efectivos allanaron la vivienda donde se cree que ocurrieron los abusos sexuales -y que pertenece al sospechoso de 20 años- y allí secuestraron una sábana con manchas presumiblemente de sangre, la cual será sometida a distintos peritajes de laboratorio en busca de rastros de ADN.
En ese inmueble, los peritos también detectaron la rotura de una ventana de madera, lo que confirma la versión de la niña abusada.
