Policiales Para cobrar el seguro

Prisión perpetua para una mujer que mandó a matar a su esposo hace 18 años

Las hijas de la viuda fueron las querellantes por el crimen ocurrido en 1998, en barrio Los Naranjos, en Córdoba. En un primer juicio, la acusada había sido absuelta por falta de pruebas, pero ahora, su suerte fue diferente.
"No les tengo rencor". Con esa frase se refirió Mercedes Segalá a sus hijas, quienes la sentaron por segunda vez en el banquillo de los acusados por el crimen de su esposo, Héctor Corradini, ocurrido el 17 de noviembre de 1998 en barrio Los Naranjos, en Córdoba.
En ese primer juicio, en 2011, no hubo pruebas suficientes que demostraran que había pagado para que lo mataran y terminó absuelta. Ayer, su suerte fue muy distinta. Un jurado popular la encontró culpable y la condenó a prisión perpetua.

La viuda estaba acusada de contratar sicarios para secuestrar y asesinar al panadero con el que se había casado con la presunta intención de cobrar un seguro de vida. A ella la sentenciaron por ser la autora intelectual del hecho mientras que Víctor Hugo Quinteros, imputado por homicidio calificado por el vínculo, también fue condenado a perpetua.
En su caso, la alevosía fue el factor determinante para que recibiera la pena máxima ya que la ejecución se produjo con Corradini "vendado, amordazado y maniatado en el interior de un auto con tres balazos". Para el fiscal Marcelo Hidalgo fue evidente que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse.
La supuesta falta de rencor con la que Segalá había entrado al Tribunal no fue la misma después de escuchar el fallo. "Espero que puedan dormir en paz, ahora que consiguieron lo que querían", les gritó a sus hijas cuando la condenaron.
El Caso
Corradini fue secuestrado de su casa, en el barrio Los Naranjos de Córdoba, la noche del 16 de noviembre de 1998 por al menos dos hombres armados. El panadero, padre de tres chicos, apareció un día después esposado y asesinado de varios disparos en la cabeza dentro de su auto.

El fiscal Marcelo Hidalgo reclamó para la viuda la pena de prisión perpetua por homicidio calificado por el vínculo, alevosía y promesa remuneratoria, una suma de 60 mil dólares que se pagó después del homicidio.
"No es fácil la vida después de lo que pasó. Yo la defendí, era mi mamá, pero había algo...siempre le tuve respeto hasta que supe cosas que me hicieron cambiar de opinión", dijo a los medios Yamila, una de sus hijas. Esa noche, cuando perdió a su papá, tenía 10 años y desde ese momento, lo único que buscaba era conocer la verdad. Fuente: (TN).-
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS