Policiales Horror y conmoción

El relato del chico que sobrevivió a la masacre y masiva marcha en Mendoza

El asesino lo persiguió, lo buscó con una linterna y quiso abrir el baúl donde Bautista se escondió. El chico dio detalles del hecho y cómo sobrevivió. Hubo una marcha pidiendo justicia y se confirmó que el acusado es imputable.
En la casa hay manchas de sangre por todas partes y rastros de una persona desplazándose, en una búsqueda frenética. Los registros forenses coinciden con el relato de Bautista, el nene de 8 años que se escondió en el baúl del auto y sobrevivió al horror en Mendoza. "Sabemos que el asesino lo persiguió, lo buscó con una linterna en el patio", contó el jefe de los fiscales Alejandro Gullé. Bautista fue testigo del asesinato de su mamá, su tía y su bisabuela y del ataque a dos de sus hermanos. Sobrevivió al acecho de Daniel Zalazar (30), encerrándose con Coco, el perro de la familia, en el baúl de un auto.

Su tía Paula Ortiz amplió el relato: "El nene cuenta que cuando llegó Daniel, habló lo más bien con su mamá y que en un momento se volvió loco y empezó a matar a todos. Él logró correr hacia el patio y se escondió detrás de unas plantas". Ese fue el momento en que Zalazar lo busca para asesinarlo: "Intentó abrir el baúl pero no pudo y se metió en la casa".

Bautista pasó la noche en el auto, en la cochera. Fueron entre cinco o seis horas hasta que logró abrir el baúl con herramientas que encontró en su interior. "Habló con su hermano herido, Lucas, que estaba consciente, ensangrentado en una cama. Usó su teléfono para llamar y pedir auxilio", dijo María Teresa Day, coordinadora del Ministerio Público. La declaración de los menores es clave. Bautista acusó a Zalazar y Lucas alcanzó a contarle a la policía y a los médicos de la ambulancia que este hombre fue el asesino.

La oficial Alejandra Rey (37) fue la primera que ingresó a la vivienda del horror: "Nunca, en los años que llevo de carrera, viví algo así. Espero no volverlo pasar en mi vida". Bautista y su hermana Milagros (13), que no estuvo la noche de la masacre porque había ido a dormir a lo de una amiga, están al cuidado de la abuela. "Los chicos van a salir adelante, tenemos toda la fe puesta en Dios", dijo la tía Paula y contó que el pequeño sobreviviente está "contenido y tranquilo".
Marcha en Mendoza
Una vez más, Mendoza marchó para decirle basta a los femicidios. Vestidos de negro, con velas encendidas y pancartas, los manifestantes pidieron Justicia. En la principal concentración, en la Peatonal mendocina frente a la Legislatura, estuvieron los familiares de las tres mujeres masacradas en la madrugada del domingo en Godoy Cruz.

"Nos destrozaron como familia", dijo Benito Arias, el padre de Claudia Arias (30), asesinada junto a su tía Marta Ortiz (45), y la abuela Silda "Ñata" Díaz (90). Dos de los cuatro hijos de Claudia siguen graves, en terapia intensiva, aunque con pronóstico de leve mejoría: Lucas (11) y Mia (9 meses), la bebé que el homicida tuvo con la joven asesinada.

El acusado de la masacre, el instructor de taekwondo Daniel Zalazar (30) es imputable y sabía lo que hacía en el momento en que comenzó con su raid asesino, según determinó el Ministerio Fiscal después de realizarle las pericias psicológicas. Ayer al mediodía, Zalazar fue trasladado al penal de Boulogne Sur Mer y quedó alojado en el pabellón de agresores sexuales y violencia de género. "Tenemos pruebas suficientes para comprobar la autoría y es muy valioso el relato del nene de 8 años que logró esconderse, y de su hermanito de 11, al que trató de asesinar", dijo el jefe de los fiscales Alejandro Gullé, El fiscal Santiago Garay imputó a Zalazar por el homicidio agravado por femicidio en el caso de Claudia, homicidio simple en los casos de Susana y Silda, e intento de homicidio agravado por alevosía en el caso de Lucas y, agravado por el vínculo, en el ataque a la beba Mía.

La coordinadora de la Fiscalía, María Teresa Day detalló el momento crucial en que comienza la matanza: "El hombre ingresó porque le abrieron. Dijo que venía a pagar la cuota alimentaria. Después comienza una discusión con su ex novia ?Claudia- por el ADN de la beba. La pelea empieza a subir de tono y eso provoca el desenlace fatal". Paula Arias, hermana de Claudia, confirmó que la discusión que disparó la tragedia fue por el ADN de la beba. "Él no quería a la nena. No quería reconocerla". Y comentó que, si bien su hermana no tenía una relación estable ni de pareja con el acusado, mantenían contacto vía mensaje de texto. "Habían quedado que él iba a llevarle plata para la leche de la nena", contó la hermana de la mujer asesinada.

Las mujeres asesinadas fueron apuñaladas en el cuello y la cara. Una de ellas, la tía Susana, además sufrió golpes en la cabeza.

Antes de ser enviado al penal, Zalazar declaró ante el fiscal Garay: negó los hechos y reiteró la versión de que la herida en su mano era porque había sido asaltado cerca de la terminal. El agresor fue detenido cuando fue a atenderse de las heridas que le provocaron las víctimas en el intento de defenderse. En la escena del crimen, además de manchas de sangre, había trozos de vidrio. Para cometer los crímenes y dejar gravemente heridos a los dos hermanitos, el asesino usó un cuchillo y una botella.

Ayer por la mañana, dos cuidacoches hallaron en una bolsa blanca un cuchillo tipo Tramontina, de mango negro, y ropa deportiva ensangrentada. Estaba detrás de la Clínica de Cuyo y a sólo 250 metros del departamento del acusado, que vivía en calle Infanta Mercedes de San Martín, en la capital de Mendoza. El joven, identificado como Jorge, contó que la bolsa estaba tirada en la acequia muy cerca de un contenedor. Dijo que en su interior había una remera de gimnasia, una campera, zapatillas, medias, y guantes de látex. Este último dato es muy importante y podría significar que Zalazar planeó el crimen, en caso de que se confirme que las prendas y el cuchillo están relacionados al triple homicidio.

Con el correr de las horas del conmocionante crimen de tres mujeres en Godoy Cruz, se empezó a conocer más del entorno de Zalazar. Además de dictar clases de artes marciales en un gimnasio municipal para chicos y adultos, Zalazar concurría a un gimnasio a practicar CrossFit. Su entrenadora, Paula, dijo que el acusado "nunca mostró reacciones violentas". Y describió su comportamiento: "Cuando entraba clases se mostraba muy bien, saludaba, hacía chistes". Sus compañeros de gimnasio no sabían de la existencia de una hija. "Él no hablaba de su vida privada, sólo sabíamos que trabajaba de médico", dijo la entrenadora. Ese dato era falso, porque Zalazar estudió Medicina pero nunca se recibió: aprobó 19 materias y desaprobó 13. Abandonó la cursada tres años atrás.
Fuente: Clarín
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