Según se supo oportunamente, Righelato habría ordenado el vaciamiento de un galpón ubicado en Aldea Brasilera, donde funcionaría la empresa de uno de sus amigos. Ante esa maniobra, el juez de Garantías y Ejecución, José Eduardo Ruhl, dispuso su detención al momento que intentaba salir con su vehículo particular, desde una de sus viviendas en calle Fraternidad, con documentación pública.
Tras ello, la investigación se extendió a toda la provincia, y finalmente recayó en Victoria, donde la semana pasada, el Fiscal Eduardo Guayta, bajo intervención policial, ordenó el secuestro de una máquina perforadora que estaba denunciada como "desaparecida" , y que dormía en el galpón de calle Rawson propiedad de la Caja de Jubilaciones Municipales, consignó LT39.
La imponente máquina estaba a cargo de una persona, que dice haberla recibido para su reparación. El hombre, que tiene antecedentes como proveedor del Estado, fue convocado por el Fiscal, quien le tomó declaración y decidió dejarlo como depositario judicial ante la imposibilidad de trasladar la máquina.
La perforadora, según se supo, no estaría en condiciones de funcionar, pero por ahora se desconoce cómo terminó en el galpón y por qué no se encontraban registros de su traslado a Victoria.
