Policiales Con tobillera

Prisión domiciliaria para Carlos Nair, su hermana Zulemita es la garante

Carlos Nair, el hijo del expresidente Carlos Menem, tras permanecer detenido más de un año fue beneficiado en las últimas horas con libertad asistida, por lo cual podrá estar en su casa con una tobillera electrónica.
El Tribunal Oral número 3 de Mercedes otorgó el beneficio y la
fiadora será su hermana, Zulema.
Carlos Nair fue apresado en junio del año pasado durante un
control de tránsito vehicular cuando iba a bordo de una moto junto
a un amigo, con un fusil, una pistola con su numeración limada y
una pequeña cantidad de cocaína.
El hijo del ex presidente fue condenado a tres años de prisión
en suspenso por los delitos de robo con arma y daños, cometidos en
mayo de 2015 en perjuicio de una abogada amiga de su hermana, en
un departamento del barrio porteño de Belgrano.
Según consta en el expediente, publica hoy el portal
Minutouno.com, ese día, Nair Menem se presentó en el domicilio de
la mujer y "luego de comer unos fideos, arrojó un plato, lo que
provocó su rotura y también causó daños a un espejo de la finca,
al golpearlo con una sartén", tras lo cual exigió a la víctima la
entrega "de su motovehículo marca BMW, Scooter, a lo que la
damnificada se habría negado".
En ese marco, él "le profirió una serie de insultos y frente al
llanto de la víctima la tomó del cabello y le aplicó puntapiés en
las costillas, en la cabeza y en las piernas", para concluir el
ataque con "un golpe en su cara con la palma de la mano, un
cabezazo en la nariz y un golpe en el ojo derecho".
Tras ese episodio, Nair Menem "sustrajo un anillo de cerámica
negra con los bordes de plata marca Bulgari que estaba sobre la
mesa... además tomó dos relojes" que Stochetti logró recuperar,
lo que ofuscó al agresor quien "le gritó chorra " y volvió a
golpearla".
Siempre según el requerimiento de elevación a juicio, el ahora
condenado "apoyó su cabeza contra la de Stochetti y se apuntó a sí
mismo con la pistola que portaba, apoyándola en su propia cabeza",
al tiempo que le dijo: "Nos matamos juntos, la bala entra por acá
y sale por allá... queriendo insinuar que se aplicaría un disparo
en su cabeza y que, al estar apoyado contra la denunciante, la
bala los atravesaría a los dos".
La escena culminó cuando "la damnificada accedió a las
exigencias del imputado" y le entregó la moto con la que éste se
retiró del domicilio luego de dejar "una vaina servida sobre la
mesa del domicilio", detalló el auto de elevación a juicio.
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