A raíz del tiroteo y las muertes, que tuvo lugar al filo de la medianoche, se produjeron importantes incidentes con vecinos de la zona.
Minutos después de la medianoche la división Forense retiró los cuerpos de los federales asesinados del lugar, tras las tareas periciales encabezadas por la propia Policía Bonaerense.
La hipótesis que maneja la fiscalía es que uno de los efectivos asesinados -dueño de la panadería- habría testimoniado a favor de un vecino de la zona, que denunció al policía bonaerense por amenazas.