Crédito: El Día
Nicolás Ayala cuenta una historia que seguramente quedará en su recuerdo por mucho tiempo, porque él y su familia fueron víctimas de un asalto con un arma de fuego, protagonizado por dos jóvenes delincuentes que se encontraban evidentemente alterados.
El martes por la noche, a pocas horas del cierre, dos delincuentes aguardaron que se fuera el último cliente que estaba siendo atendido por la familia e ingresaron con el fin de llevarse toda la recaudación.
"Uno se quedó en la puerta apuntándonos con un arma y el otro vino hacia el mostrador y empezó a pedirme toda la plata", relató Ayala, que por primera vez en su vida vivió una situación semejante. El autoservicio Don Santiago abrió sus puertas a principios de año y este es el primer hecho de esta naturaleza que atravesaron.
"El que estaba en la puerta nos apuntaba y amenazaba, y revoleaba el arma para todos lados", señaló, e indicó que su mayor temor era en que se escapara un tiro y diera en su hijo de 8 años, que jugaba a menos de dos metros del delincuente, detrás de una góndola.
"No dude y saqué toda la plata. Me pedían más y como les aseguré que no tenía, se fueron", comentó la víctima. Se llevaron lo que tenía en la caja, unos mil pesos, y también le robaron el celular, lo que impidió que se pudiera comunicar de inmediato con la Policía.
Tras la fuga de los delincuentes, Ayala salió atrás de ellos. "Estaba ciego. Si los llegaba a cruzar los pasaba por arriba con el auto", manifestó casi aliviado de que ello no sucedió, porque reconoció que en ese momento actuó sin pensar en ningún tipo de consecuencias.
Ayala se dirigió hasta la Comisaría Primera y alertó a los efectivos lo que había ocurrido. Allí se inició un rastrillaje por toda la zona, que duró hasta las 2 del miércoles, pero no se pudo dar con los autores.
El damnificado reconoció el trabajo que realizó la Policía y defendió la zona. "Este es un barrio tranquilo, incluso yo trabajo hasta tarde porque no es común que ocurra algo así", declaró, y opinó que a su entender se pudo tratar de un "robo al voleo" porque si "hubiera sido programado podrían haber venido más tarde".
