No obstante, la defensa de Bioletti, conformada por los abogados Julio Federik y Leopoldo Lambruschini, indicó que "no fueron notificados", por lo que "no pudimos exponer nuestros argumentos", relató a Elonce TV, Federik. "Es un recurso que lleva su tiempo, se dictó sentencia rechazando nuestro recurso. Pero me enteré por los medios. La Cámara estaba convencida de que había notificado a la defensa. Pero no fue a la nuestra: por un error administrativo habían notificado a otras personas que no tenían que ver con el recurso", aseguró el abogado.
Los defensores de Bioletti habían cuestionado que el tribunal de juicio graduara la pena en función del delito de fabricación de estupefacientes y no de la facilitación del lugar para esa fabricación, al exponer que "a Bioletti no se le atribuye la facilitación de una fabricación de estupefacientes ideal o abstracta, sino concreta y específicamente la que realizaba Sterz y, por el contrario, se estaría aplicando una pena grave o irracional si no se tuviera como principal referencia lo facilitado".
Federik, al ser consultado por Elonce TV, manifestó que como no fueron notificados a raíz de un error administrativo, "ahora deberá conformarse otro tribunal, ya que este manifestó su opinión en la sentencia que dictó. Esta nueva integración deberá escucharnos y dictar sentencia".
Mientras tanto, la sentencia no está firme, y Bioletti sigue excarcelado, apuntó el abogado. Cuenta "con una medida de coerción propia de este tipo de situaciones".
"Está todo dentro de lo que es normal y corresponde, no fue normal que no nos notificaran", sintetizó el letrado.
El caso
El hallazgo de la cocina de cocaína fue obra de la casualidad. El 8 de agosto de 2011, temprano por la mañana, se precipitó a tierra y se incineró completamente una aeronave en el campo de Bioletti. Buscando restos de la avioneta, un policía se tropezó con un pozo abierto y sin tapa, al lado de la precaria construcción. Allí había varios bultos, envueltos en bolsas de consorcio color negro, sujetos con cinta de embalar, y una botella de acetona.
Eso llamó la atención y a los policías de la Dirección Toxicología se les ocurrió montar una vigilancia en la zona. Durante dos noches, los agentes apostados en las inmediaciones del campo vieron desfilar a varias personas, yendo desde la tapera hasta el casco principal, con linternas, trasladando bultos.
Al tercer día, el 10 de agosto, allanaron la estancia. En la tapera encontraron 26,7 kilos de clorhidrato de cocaína y 3,5 kilos de pasta base de cocaína, 134 kilos de material de corte, 80 litros de acetona; además de la infraestructura montada para la producción de cocaína.
El laboratorio clandestino que funcionaba en la estancia de Bioletti es la más importante cocina de cocaína que se haya descubierto en la provincia de Entre Ríos. Elonce.com.
