"No sé si hago bien con realizar esta publicación. La situación me desespera", empezó su relato en la red social. "Diariamente, a través de distintos medios de comunicación, escuchamos hablar de 'femicidio' y de las numerosas leyes que se establecen para evitar estas situaciones de violencia. ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que no funciona? ¿Por qué los casos de violencia de género aumentan", se preguntó. "Desde hace exactamente cinco años (6 de febrero del 2011) vengo realizando exposiciones y denuncias por golpes, amenazas y hostigamientos. He presentado certificaciones médicas que corroboran que este individuo presenta trastornos de personalidad explosiva, con falta de control de sus impulsos, que significa un peligro para mis hijos y para mí", describió, según consignó El Observador del Litoral.
Recordó que "el 26 de septiembre de 2015, al llegar a mi lugar de trabajo (una escuela del Departamento Nogoyá), me encuentro con laterales y fachada de la institución con escritos realizados en aerosol negro, los cuales hacían referencia a mi persona. El 23 de diciembre, aproximadamente a las 22.30, encuentro mi auto con el parabrisas destruido y un guarda-barro con varios impactos. Consternada por la situación y como una manera de evitar que esto trascienda, porque para mis hijos es muy doloroso, me demoré en realizar la denuncia".
"El 30 de ese mes -prosiguió- me acerqué a Tribunales a las 7.30. Desde el Juzgado de Familia N° 1, fui derivada a la Fiscalía, donde efectivamente iba a realizar la denuncia por ambos hechos. Allí esperé más de 2 horas, para ser atendida por un señor que me derivó a la Dirección de Operaciones y Seguridad Div. Minoridad y Violencia Familiar, ubicada en calle Tucumán. Me dirijo hasta esta entidad policial, donde me manifiestan que la denuncia tenía que efectuarla en Fiscalía. Ante mi indignación y quizás mi cara de exasperada, me tomaron la denuncia", relató.
Luego contó que "la agente manifestó que a más tardar, en 24 horas contaría con una orden de restricción como una manera de preservar mi integridad física (hasta el día de la fecha no ha llegado dicha orden). El 13 de enero recibo una citación judicial para el 28/01 en la Subsecretaría de la Mujer. Nuevamente relaté los hechos y me informan que recibiré una orden de restricción a la brevedad (hasta la fecha no ha llegado). En la madrugada del 5 de febrero, fue incinerado por completo mi vehículo en Crespo. Está demás decir que esto no se resuelve con solo una orden de restricción. ¿Qué más tiene que pasar? Mis hijos y yo estamos en peligro. Todavía confiamos en la Justicia y a gritos pedimos ayuda".
