Personal policial dependiente de la Comisaría Décimo Tercera se acerca al lugar, pero no logra localizar a ninguno de los menores, por lo que se hace presente en el domicilio de uno de los mencionados, donde la madre señala que efectivamente su hijo junto a otro menor andaba con elementos que no le pertenecían intentando guardarlos en el domicilio, pero ella no se lo permitió.
Con la primera luz del día, se realizó una requisa por la zona que arrojó resultados positivos ya que se pudo localizar los elementos mal habidos. Éstos eran: dos sillones playeros, grifería, una carretilla, un espejo, un televisor de 29 pulgadas de color negro, dos parlantes Philips y un control remoto, los cuales fueron secuestrados.
En horas del mediodía, se hace presente en la dependencia policial un hombre para denunciar que había sufrido un robo en su vivienda, y al dar el detalle de los mismos, se pudo establecer que correspondían con los incautados anteriormente. La fiscalía ordenó el reconocimiento mediante acta y la entrega de los mismos a su real propietario.