Policiales En 190 países

Interpol emitió alerta roja por el represor prófugo Carvallo

El ex policía provincial está acusado por secuestros y torturas de detenidos políticos en la Comisaría de El Brete durante la última dictadura cívico-militar. La justicia ordenó su captura en noviembre pasado pero no ha sido localizado.
Interpol emitió alerta roja para la localización y captura del ex policía Carlos Carvallo. Siete meses y medio lleva prófugo el ex policía provincial Carlos Carvallo. Doscientos veintinueve días pasaron desde que se ordenó su detención en una causa por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar.

Sobre Carvallo pesa un pedido captura dictado por el juez federal Leandro Ríos, se ha irradiado la orden de detención a todas las fuerzas nacionales y hace unos días también Interpol emitió un alerta roja en 190 países para su localización y captura.

La notificación roja se utiliza para solicitar la localización y detención de una persona buscada por las autoridades judiciales de un país determinado o por un tribunal internacional con miras a su extradición. Se trata de un aviso utilizado por las fuerzas policiales de todos los países del mundo para comunicarse entre sí información sobre delitos, delincuentes y peligros de todo tipo. En la página web de la policía internacional aparece como Carlos Luis Carvallo, nacido en Oberá, provincia de Misiones, el 15 de octubre de 1954 (60 años), "buscado por las autoridades judiciales argentinas" por los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada", y se acompañan tres fotografías del ex policía prófugo.

Hasta el momento, curiosamente, Carvallo no haya sido incluido aún en el Programa Buscar, a través del cual el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación dispone de recompensas (de entre $200.000 y $500.000) para quienes brinden información que permita la detención de personas buscadas en el marco de investigaciones por delitos de lesa humanidad.

Secuestro y torturas

Manuel Ramat, ex detenido político y actual secretario adjunto de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) contó en sede judicial que en junio de 1976, unos días después del crimen de su hermano en la localidad bonaerense de Campana, personas vestidas de civil, pero pertenecientes a la Dirección de Investigaciones de la Policía de Entre Ríos, realizaron un operativo en la casa de sus padres. Uno de ellos se presentó como "Carvallo" y junto con otro de apellido Ojeda, que era quien dirigía el procedimiento, se lo llevaron detenido, aunque por unas horas, recordó EL DIARIO.
Tres meses después, hacia fines de septiembre del mismo año, Carvallo se apareció nuevamente en la casa de Ramat, aunque esta vez dijo que lo buscaba para que le hiciera un trabajo de electricidad. Cuando le contestaron que no estaba, el policía pateó la puerta, ingresó violentamente, amenazó a los familiares del militante y se sentó a esperarlo en el living. Al cabo de unas horas, se fue.

Ramat, que por esos días efectivamente estaba haciendo changas de electricidad, se presentó el 30 de septiembre con su abogado en la Jefatura de Policía. Allí estuvo unas horas hasta que Carvallo fue a buscarlo, junto con un chofer. El Ford Falcon al que lo subieron marchó hacia Santa Fe. Ramat iba en el asiento trasero, sin esposas, sin capucha y con su documento en el bolsillo. Hasta que a la altura de Colastiné Sur el automóvil dio la vuelta en una arboleda, entonces lo hicieron bajar, lo esposaron, le pusieron una capucha y lo metieron bajo amenazas en el baúl. El periplo terminó en un lugar que presume sería la Comisaría de El Brete. Allí estuvo 45 días.


Según dijo, fue interrogado en el sótano de la sede policial, mediante amenazas, golpes y puntapiés, y fue obligado a escuchar cómo torturaban a Luis Sotera, que también estaba secuestrado allí. "Las condiciones eran inhumanas, había que comer con las manos y a ciegas; y las torturas eran a cualquier hora", señaló Ramat. "Ahí todos eran torturadores, por el trato que daban a los detenidos; y algunos eran interrogadores", graficó. En el último grupo, el de los "interrogadores", volvió a señalar a "un oficial de apellido Carvallo" e inclusive recordó que en una sesión de tormentos le dijo "que desde 1975 estaban recibiendo instrucción de los militares sobre cómo torturar".
Esos son los hechos por los que debe responder.

De la Policía al Batallón 601
Carvallo es uno de los casi 50 represores prófugos de la justicia. También identificado como Carlos Luis Gómez Carvallo o Carlos Luis Carvallo Lombardi, se desempeñó en la Policía de Entre Ríos hasta 1979, cuando volvió a Misiones y comenzó a trabajar como periodista. Por esos años también operó como personal civil de inteligencia del Batallón 601, con funciones en el Destacamento 122, con sede en Santa Fe pero que extendía su jurisdicción a la ciudad de Paraná. En noviembre del año pasado, el juez Leandro Ríos ordenó su detención en el marco de la investigación por delitos de lesa humanidad cometidos entre 1976 y 1977. En ese entonces Carvallo era un oficial de la Dirección de Investigaciones y fue señalado por un ex detenido político como integrante de la patota policial. Su nombre había surgido en el juicio escrito bajo el cual se tramita la megacausa Área Paraná. Además, de Ramat, dos ex policías provinciales lo señalaron. Ernesto Geuna y Carlos Militello dijeron que integraba un área que denominaron "Informaciones", a la que vincularon con los operativos de detención de personas durante el terrorismo de Estado. En su declaración, Geuna le dedicó un párrafo especial a Carvallo, a quien dijo haber instruido cuando era cadete en la Escuela de Policía: "Lo vi trabajar en inteligencia, pero después se fue a la Secretaría de Inteligencia del Estado, no se quedó en la Policía", señaló el ex jefe de la fuerza durante el bustismo.
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