Policiales Apedrearon móviles policiales

Quiso escaparse de la policía apuntando con un arma a un efectivo

Un hombre de 38 años, apodado "Bocachón", intentó evadir a la policía apuntando a los funcionarios policiales con un arma calibre 22. El hombre debía cumplir arresto domiciliario por 30 días.
El hombre había sido penado por desobediencia judicial al no cumplir las medidas de restricciones al domicilio de su ex mujer, quien lo había denunciado por violencia de género. Los vecinos atacaron a los policías con piedras solicitando su libertad.

En diálogo con Diario Río Uruguay, el subcomisario de la seccional segunda, Eduardo Gamarra, contó que "un sujeto de 38 años, de apodo "Bocachón", estuvo preso varios años por una causa de homicidio. Luego de cumplir la condena obtuvo la libertad pero al tiempo cometió un delito de violencia de género contra su ex pareja por lo que se le establecieron medidas de restricción, la cual no cumplió".

Entonces, por desobediencia judicial, "se le determinó arresto domiciliario (por unos treinta días) en la vivienda de su actual mujer, ubicada en el barrio 90 viviendas", completó el comisario.

En el procedimiento de rutina que se lleva adelante para constatar el cumplimiento de la medida judicial, los efectivos constataron que el hombre no se hallaba en la vivienda.
"Al comprobar una nueva desobediencia judicial porque no respetó la medida cautelar se procedió a constatar la situación y es allí que observamos que esta persona venia caminando hacia la vivienda, como si alguien le hubiese avisado que la policía estaba en la casa", describió Gamarra.

Inmediatamente se lo interceptó y se le comunica que quedaba preso por desobediencia judicial. Ante esta novedad, "Bocachón" intentó darse a la fuga, "entonces me le pongo enfrente e intento pararlo y es en ese momento que este hombre extrae entre sus ropas un arma de fuego y me apunta; pero gracias al rápido accionar de mis compañeros, tras un forcejeo, logramos casarle el arma de la mano", dijo el Comisario.

Se trataba de una pistola calibre 22 con una bala en su recamara, la cual estaba lista para ser disparada y además diez proyectiles en su cargador.

Los incidentes no terminaron allí, ya que "mientras estábamos llevando a este sujeto, los vecinos, que no les pone nada contentos ver a la policía por el lugar, comenzaron a tirarnos con piedras que venían de todos lados y nos gritaban que soltáramos. Por suerte no hubo ningún lesionado, de inmediato acudieron móviles policiales del Comando Radioeléctrico y comisarías cercanas en apoyo y se calmó la situación", completó Gamarra.

El hombre quedó detenido en alcaidía policial por el delito de portación de arma de uso civil y amenazas calificadas contra personal policial.

Diario Río Uruguay.
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