Aunque no trascendió qué representan estos resultados, se informó de manera extraoficial que servirán como argumento para llevar a juicio el caso de la mujer de 73 años que fue brutalmente abusada y asesinada en su domicilio del barrio 348, en las primeras horas de la pasada Navidad.
Estela Alberto llegó a su hogar alrededor de las 3 del 25 de diciembre, luego de pasar la Nochebuena en la casa de su hermana. Cuando sus familiares regresaron a buscarla horas más tarde, ya nadie contestó a la puerta. Solicitaron la presencia de la Policía para ingresar al departamento. Entraron por una ventana y encontraron a la mujer tendida sobre la cama y descubrieron manchas de sangre sobre las sábanas, publicó El Día.
La víctima fue llevada al Hospital, donde murió en las primeras horas de la mañana del 26 de diciembre. Tras la autopsia se determinó que la causal de la muerte se debió a un fuerte golpe en la sien, posiblemente con la punta de la mesa de luz. Pero lo más aberrante fue cuando se descubrió (aunque ya se había constatado en su ingreso al Hospital) que había sido salvajemente abusada y que incluso se había utilizado un elemento contundente.
Las hipótesis
Como se descubrió dinero debajo de la cama y no había desorden en la casa, en primer término se desestimó la hipótesis del robo y se especuló que el ataque se debía a una venganza, pero luego apareció un nuevo dato y la posibilidad de un homicidio en ocasión de robo resurgió.
La causa continúa en plena etapa preliminar, pero el arribo de estos resultados genéticos sobresaltó a los investigadores, que creen que servirán como fundamento para que el Juez de Garantías interviniente eleve la causa al Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú.
Un solo sospechoso
Hay un único sospechoso de ser el autor del atroz homicidio, el cual se encuentra actualmente con prisión preventiva, alojado en un centro para el tratamiento de adicciones en Concepción del Uruguay, publicó El Día.
Martínez fue detenido en dos oportunidades en 48 horas. Fue aprehendido el lunes 29 de diciembre por la mañana, por tener supuestos vínculos con el crimen de Estela Alberto, aunque fue excarcelado al día siguiente por falta de pruebas en su contra, pero durante su libertad habría amenazado a una testigo de la causa y por ello se decidió su nueva detención el miércoles 31 por la tarde.
Esa nueva denuncia de la testigo, por supuestas amenazas, sirvió como pretexto fundamental para el fiscal Lisandro Beherán para pedir la prisión preventiva por considerar que si recuperaba su libertad podría incidir en el avance de la investigación. El magistrado interviniente consideró que existía riego procesal y por ello ordenó la preventiva, que proseguirá hasta el inicio del juicio.
