Policiales Presentó un recurso extraordinario

Abusos en el Seminario: La defensa de Ilarraz insiste en la prescripción de la causa

La Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia convocó a una audiencia de partes para tratar el recurso extraordinario de nulidad presentado por la defensa del cura acusado de abuso. Para el Procurador, “no tiene lugar la prescripción”.
El debate en torno a la prescripción del delito que se le imputa al cura Justo José Ilarraz tendrá este lunes otro round. La Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) convocó para las 9 a una audiencia de partes para tratar el recurso extraordinario de nulidad presentado por la defensa del sacerdote contra el fallo de la Cámara de Casación Penal, que en noviembre último resolvió rechazar la prescripción.
Ilarraz tiene una causa penal en su contra, “Ilarraz Justo José s/Promoción a la corrupción agravada”, que tramita la titular del Juzgado de Transición Nº 2 Susana María Paola Firpo. Siete víctimas, exestudiantes del Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, lo acusan de graves abusos mientras permanecieron como pupilos en el tiempo que el sacerdote fue prefecto de disciplina, entre 1985 y 1993.
En el marco de esa causa, Ilarraz deberá estar el martes en Paraná, citado por la jueza a declaración indagatoria.
Pero un día antes el STJ comenzará resolver un recurso extraordinario presentado por la defensa del cura. El procurador general de la Provincia, Jorge Amílcar García, dice, de igual modo, que se trata de un planteo apresurado de la defensa.

Etapas. Desde que comenzó la causa en la Justicia, los defensores de Ilarraz, el abogado tucumano Jorge Muñoz y el paranaense Juan Ángel Fornerón, han insistido con la prescripción de los delitos que se le imputan al cura.
La argumentación es que los delitos que se le imputan a Ilarraz están enmarcados en el artículo 125º del Código Penal, “promoción a la corrupción de menores agravada”, cuya pena máxima prevista es de 10 a 15 años de prisión. Fornerón sostiene que los hechos investigados “habrían ocurrido hace más de 23 años, habiendo largamente expirado el plazo de prescripción de la acción penal”.
El primer juez de la causa, Alejandro Grippo, negó la pretensión de la defensa, y en una resolución que firmó el 29 de abril de 2013 rechazó esa vía.
Uno de los puntos centrales de los fundamentos de la resolución de Grippo dice que resulta “apresurado” definir la prescripción cuando todavía no se tiene establecida la magnitud de los hechos que tienen que ver con la integridad sexual de menores, y la violación de garantías constitucionales amparadas por pactos internacionales.
La defensa no estuvo de acuerdo con esa tesitura y apeló. Y llegó a la Sala Primera de la Cámara del Crimen de Paraná, integrada por los vocales Miguel Ángel Giorgio, José María Chemez y Hugo Daniel Perotti, adonde le dieron la razón a la defensa del cura. Los camaristas dieron vuelta el dictamen del juez Grippo.
A finales de agosto de 2013, casi un año después de que se iniciara la causa penal contra el cura Ilarraz, sin embargo, la Procuración recurrió esa resolución ante la Sala Penal del STJ.
El 21 de noviembre de 2013, la Sala Penal del STJ anuló por mayoría la decisión de prescripción de la causa. El voto argumental fue del vocal Carlos Chiara Díaz, al que adhirió Daniel Carubia; la presidenta del cuerpo, Claudia Mizawak, se abstuvo de votar.
De ese modo, la causa debió volver a otra Cámara, diferente a la que ya había fallado. El nuevo tribunal en el que recayó la causa Ilarraz fue la Sala II de la Cámara del Crimen, integrada por Marcela Davite, Marcela Badano y Ricardo Bonazzola.
Ese tribunal resolvió, el 11 de junio de 2014, rechazar por mayoría el planteo de prescripción hecho por la defensa de Ilarraz. Pero como era de esperar, a principios de julio la defensa de Ilarraz volvió con el recurso de apelación y el pedido de prescripción. Y el incidente recayó entonces en la novísima Cámara de Casación Penal, que en noviembre último confirmó que el delito que se le imputa a Ilarraz no está prescripto. Esa última resolución fue recurrida por la defensa de Ilarraz a través de un recurso extraordinario ante el STJ, que se empezará resolver este lunes.

“No corresponde”. El procurador General de la Provincia, que va a tomar parte este lunes de la audiencia convocada por el STJ, dijo a El Diario que “no corresponde” la vía del recurso extraordinario ni tampoco tiene lugar la prescripción.
“El planteo nuestro va a ser el mismo de siempre: consideramos que es prematuro el planteo de prescripción porque todavía no se ha comenzado a investigar este hecho. Recién el 21 hemos logrado, después de tres años de proceso, con las constantes chicas y dilaciones de la defensa, que se presente como acusado Ilarraz a prestar declaración”, subrayó. En ese marco, García opinó que “la prescripción es absolutamente prematura porque recién empezamos a investigar. No sabemos cantidad de víctimas que existen en esta causa. Precisamente, el desarrollo de la causa va a permitir que se destrabe la táctica y la estrategia internacional del Vaticano, no de este papa, sino de etapas anteriores, que imponía cierto secreto en las causas de paidofilia”.
“Era una decisión política vaticana que todos esos hechos se guardasen en el más absoluto silencio. Es decir, no fue una decisión unilateral del arzobispado de Paraná no denunciar. Esas eran las directivas a nivel mundial”, aclaró ahora el procurador en referencia a la tesitura que adoptó en 1995 el entonces arzobispo Estanislao Karlic, que, al enterarse de los abusos y después de investigarlos, dispuso no denunciar el caso en la Justicia.
Pero puesto el caso Ilarraz a debate en la Justicia, el procurador General entiende que todos los fallos han recomendado que la prescripción no tiene lugar por cuanto se trataría de una decisión apresurada. “Yo espero que este recurso se rechace también”, aseguró. Y agregó: “El hecho de que hayan presentado el recurso extraordinario, no impide que se le tome indagatoria”.

Declararon cuatro curas
Cuatro sacerdotes declararon el jueves en el marco de las audiencias que lleva adelante la jueza Firpo.
Se trata de Alfredo Nicola, Mario Olivera, Agustín Hertel y Leandro Bonnin, que integraron en 2010 el decanato Nº 3 de la curia y que firmaron una nota al entonces arzobispo Mario Maulión, alertándolo de la situación de Ilarraz y de la necesidad de que fuera llevado el caso a la Justicia.
“Nuestra preocupación es doble. Por un lado, por el hecho de que el padre Ilarraz continúe ejerciendo el ministerio sacerdotal, sin que se le haya aplicado ninguna sanción canónica, ni haya sido convenientemente investigado y juzgado por la autoridad civil”, decía aquel texto.
Los cuatro curas declararon sobre aquel planteo frente a Maulión, y sobre lo ocurrió hacia el interior de la Iglesia, sobre todo una reunión que hubo a mediados de septiembre de 2012, en el Centro Mariápolis. Allí, habría aceptado la existencia de varias víctimas esos abusos, cuestión que fue referenciada por los sacerdotes que declararon el jueves en la Justicia, tarea que se extendió hasta cerca de las 22 de ese día.
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