Familiares de dos ancianos de 79 y 80 años denunciaron en la Fiscalía en turno a cargo de Gervasio Labriola que las cuidadoras de estas personas habían logrado obtener la tarjeta Argenta de los pasivos y extraer créditos por entre 15.000 y 20.000 pesos para adquirir distintos productos eléctricos, informáticos y muebles, pero que estaban siendo descontados de los emolumentos de los jubilados.
Se entendió que los abuelos confiaron en las personas que los cuidaban y de allí la facilitación de las acciones por parte de las acusadas.
Ante esto, desde la Justicia se ordenó en la jornada de ayer realizar al menos tres allanamientos: uno en la casa de una de las sospechosas en el barrio Lomas del Mirador; el restante en la sede central de la Tarjeta Argenta en calle 25 de Mayo (en el edificio del Correo) y el último en una oficina de la planta alta de calle Buenos Aires al 100.
Personal especializado de la División Delitos Económicos emprendió la investigación y los procedimientos que determinaron el secuestro de valiosa documentación, soportes informáticos, recibos, tarjetas y hasta dinero de dudosa procedencia.
De no haber sido por el control de los familiares, que sospecharon por abrupta reducción del sueldo de los jubilados, tal vez esto no se hubiera descubierto, tras lo cual se determinó que una mujer de unos 58 años, muy parecida a la que se denunció fue la que retiró los electrodomésticos de conocidas casas de la capital entrerriana.
Cueva de dinero
La causa por estafas a los ancianos derivó en la requisa de una oficina céntrica ubicada por sobre una cochera. Allí los investigadores de la Policía de Entre Ríos se sorprendieron porque no solo ubicaron documentación relacionada con las actividades delictivas denunciadas, sino también elementos que estarían vinculados directamente con el funcionamiento de lo que se denomina en la jerga judicial una cueva de dinero.
En el interior de la dependencia que se encontraba sin moradores, el personal de Delitos Económicos localizó una importante suma de dinero en pesos y dólares, como otros valores.
La oficina no cuenta con ningún tipo de cartelería que indique su actividad, pero en el interior se localizó documentación que da cuenta de movimientos económicos diarios en la zona de la Peatonal. Ante esto se abrió una investigación paralela. (Diario Uno)
