La investigación comenzó hace pocos días después de que tomaran conocimiento que una joven ingreso al nosocomio local con indicios de que le habían realizado un aborto. Ya en el hospital tuvieron que practicarle transfusiones de sangre y varios estudios, ya que corría peligro su vida.
En ese momento la policía y la fiscalía local, tras recibir una denuncia, comenzó a investigar a una mujer, y por estas horas trabajan arduamente en este caso, buscando pruebas, allanando viviendas para esclarecer el hecho y poner punto final a este accionar.
Al parecer el caso estaría casi esclarecido y en los próximos días habría novedades al respecto. La joven se encuentra estable y con buena salud.
La identidad de la paciente será resguardados por tratarse de instancia privada, en tanto la identidad de la persona investigada será revelada, si la justicia lo permite, en los próximos días.
El caso habre el debate sobre un tema pendiente en Argentina. Se calcula que entre 460 mil y 600 mil mujeres recurren cada año al aborto clandestino. Altísima cifra que demuestra que la penalización no impide su práctica. La realidad del aborto clandestino insiste, está aquí fungiendo en nuestros escenarios cotidianos, porque las mujeres desacatan (y van seguir haciéndolo) la ley y el mandato de cualquier institución.
Esta realidad genera un negocio altamente redituable. Según una investigación realizada por un equipo de periodistas de Radio Nacional, el aborto en nuestro país involucra mil millones de pesos anuales.
Cada año mueren en Argentina según estadísticas oficiales 100 mujeres por prácticas de abortos clandestinos e inseguros, aunque investigaciones médicas informan de un sub-registro en el registro de la mortalidad por gestación (mortalidad materna). Por una obvia y recurrente razón, siempre son mujeres pobres y jóvenes. Quienes pueden pagar clínicas privadas o médicos, los realizan en óptimas condiciones y nada sucede ni suman estadísticas.
Es responsabilidad del Estado y sus gobiernos proteger la vida de los ciudadanos y de las ciudadanas. Mantener la ilegalidad del aborto es condenar a las mujeres al circuito millonario del aborto clandestino y también a la muerte. Este país y esta democracia tienen una enorme deuda con los derechos de las mujeres, en particular con el derecho a decidir sobre sus cuerpos y sus sexualidades.
La Campaña Nacional por la despenalización del aborto no pide aborto como solución anticonceptiva, lo que sería ridículo. Pide desde de una consideración integral: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir porque pretende programas y políticas públicas que den respuestas al conjunto de situaciones que involucran derechos sexuales y derechos reproductivos.