Se realizó ayer al mediodía la audiencia de solicitud de prisión preventiva, en la que el fiscal Guillermo Biré pidió 90 días para el hombre de 51 años y sus tres hijos de 31, 29 y 24 años, mientras que la defensa demandó la sustitución de la medida por una de carácter domiciliario.
Finalmente, y luego de escuchar los alegatos, Figueroa consideró que existía el riesgo procesal y por ello ordenó la medida restrictiva por 20 días. Durante este tiempo el fiscal deberá culminar con las diligencias que restan de la causa y finalizar la Investigación Penal Preparatoria, en caso contrario podría solicitarse una prórroga, pero la modalidad podría cambiar. Entre otras cuestiones, Figueroa garantizó el suministro de insulina para el hombre de 51 años, que padece una diabetes crónica.
Las detenciones
Los cuatro detenidos fueron aprehendidos durante dos allanamientos simultáneos que se realizaron el lunes por la tarde. En uno de ellos, en el corazón del barrio Munilla, se secuestraron siete armas blancas tipo cuchillas y un teléfono celular, que serán peritados por el personal de Criminalística para determinar si alguna se utilizó para lesionar a las víctimas y la propiedad del teléfono móvil. En el lugar no se encontró a ninguno de los buscados, pero se estableció que un joven de 24 años estaba a unas cuadras del lugar, por lo que una comisión policial lo detuvo en Chalup al 900.
El otro procedimiento se practicó en una vivienda en la zona del club Tiro Federal. La Policía se presentó en Rivadavia 75 y aprehendió a un hombre de 51 años y a su hijo de 31 años. La última detención se produjo en el barrio Pitter, donde fue localizado un joven de 29 años que se encontraba en la casa de su novia, el cual había sido rastreado en los allanamientos.
El hecho
Según se pudo establecer de forma extraoficial a través de algunos testimonios vertidos sobre lo ocurrido, Gonzalo Acevedo y Waltere Quiroga caminaban por Chalup hacia el norte en la medianoche del sábado, cuando fueron increpados desde un domicilio en la esquina de Tala.
No surgieron testimonios o dichos de que se haya tratado de un intento de robo o algo por el estilo, pero los caminantes, lejos de hacer oídos sordos a lo que les habían gritado, respondieron a la agresión. Fue allí cuando un grupo importante de personas habrían salido de esa casa y se originó la gresca.
Un móvil de la Comisaría Segunda llegó al lugar cuando Acevedo se encontraba sin vida, tirado en la calle, y su amigo Quiroga, mal herido en la pierna derecha. Prácticamente ninguna información se pudo recabar sobre lo ocurrido en la noche del hecho, aunque con el paso de las horas, el trabajo del personal de Investigaciones, y lo declarado por Quiroga una vez que fue dado de alta, se logaron datos que permitieron identificar a los supuestos agresores. (El Día)
