Policiales Gualeguaychú

Elevaron a juicio la causa por el violento asalto a una familia

El hecho ocurrió el 30 de julio, cuando un matrimonio se despertó por la madrugada, de forma abrupta, con dos delincuentes apuntándolos en la cabeza. Los maniataron de pies y manos. Los encerraron en la habitación mientras revolvían la casa
El Día
Foto: El Día
Oscar Lucero, un hombre de 39 años, está imputado de “robo agravado por el uso de armas y fractura de techo”, un delito que acarrea una pena de entre 3 y 10 años de cárcel. Está acusado de haber participado en el asalto que sufrió la familia Silva en la madrugada del 30 de julio.
El juez de Garantías Mariano López elevó a juicio la causa por el hecho ocurrido en Andrade 717 de Gualeguaychú, donde un matrimonio se despertó por la madrugada, de forma abrupta, con dos delincuentes apuntándolos en la cabeza. Los maniataron de pies y manos y los encerraron en la habitación mientras revolvían toda la casa.
No fue un robo al boleo, fue algo estudiado, porque el propietario de la vivienda es un productor ganadero que había vendido unos animales, pero la transacción había sido bancarizada, por lo cual no contaba con demasiado efectivo en el lugar.
Estudiaron los movimientos y la forma de ingresar. Por la madrugada, treparon la reja del garage, sobre el frente del inmueble, llegaron a la terraza y sacaron el policarbonato de una claraboya. Entraron por el baño y bajaron por un cable coaxil.

Relato de una pesadilla
Cesar Silva y su esposa Alicia despertaron con el frío de un arma de fuego sobre sus cabezas y con un hombre a cada lado con el rostro tapado, exigiéndoles el dinero que tenían.
“Estaba durmiendo y me desperté con el caño de una pistola en la cabeza”, contó Silva a ElDía sobre la pesadilla que le tocó atravesar en plena madrugada. “Me obligaron a levantarme y luego (junto a su esposa) nos ataron de pies y manos, boca abajo en la cama matrimonial, con un trapo en la boca para que no gritáramos”, añadió.
A partir de las 4 de la madrugada, todo lo que sucedió, fue muy violento. “Alcancé a ver la hora en el reloj y pude murmurarle a los delincuentes que a las 6 me pasaban a buscar para ir al campo y que si no salía, iban a entrar a mi casa, porque se trataba de gente de confianza”, contextualizó.
Pero a los delincuentes nada de esto les importó, porque continuaron actuando con la misma modalidad, mientras preguntaban por el lugar donde se encontraba el dinero. “Les dije dónde tenía algo de efectivo para pagar impuestos y demás, pero no se conformaban, después encontraron algo más que había guardado mi señora para el cumpleaños de una nieta”, mencionó el hombre sobre los 15 mil pesos y 300 dólares que se llevaron.
Silva comentó que a uno de los sujetos se lo veía “algo nervioso, mientras que el otro se mostró tranquilo, sereno, pero para mi preocupación el que se veía alterado era el que empuñaba el arma de fuego”.
Durante una hora y media “estuvimos atados, mientras escuchábamos que revolvían todo, pero curiosamente, una notebook que estaba sobre el escritorio no la llevaron, aunque sí los celulares, pero indudablemente lo que buscaban era dinero”.
Contó que pudo liberarse por sus propios medios. “La tabla de la cama tiene un pequeño filo y con eso lentamente pude liberarme de las ataduras, utilizándola como cuchillo”, explicó sobre su escapatoria, y luego se arrastró hasta la sala de estar para liberarse de las sogas en sus pies, cuando el reloj marcaba las 5.45.

El detenido
Por la noche de ese 30 de julio, la Policía realizó un procedimiento en un domicilio de Teresa Margalot 1651 y detuvo a Lucero, un hombre con antecedentes policiales. Según se informó desde la fuerza en esa oportunidad, se llegó a esta persona a raíz de la obtención de pruebas testimoniales sobre un vehículo en el que se trasladaban las personas que irrumpieron en el domicilio de la familia.
Con todos los elementos obtenidos, el fiscal Lisandro Beherán solicitó el allanamiento de una vivienda en calle Teresa Margalot 1651 y la requisa vehicular de un Suzuki Grand Vitara, que finalmente fue secuestrado, aunque no se encontró ninguna irregularidad. Tampoco se encontró material comprometedor en el procedimiento.
Lucero quedó con prisión domiciliaria por 15 días y una vez finalizada la medida dispuesta por el Juez de Garantías, quedó en libertad hasta el inicio del juicio del cual todavía se desconoce fecha de inicio
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