Policiales Para evitar la revictimización de los testigos

Appiani y Demonte le pidieron al juez no asistir a las audiencias

Appiani presentó un escrito al juez manifestando su voluntad de no asistir a las audiencias del juicio escrito por los crímenes de lesa humanidad “evitar situaciones irritativas y alto impacto emocional” que genera su presencia en la sala.
El juicio escrito por los crímenes de la dictadura continúa a pesar de la ausencia voluntaria de los imputados. Solo dos de ellos, Jorge Humberto Appiani y Cosme Ignacio Marino Demonte, se asomaron en las primeras audiencias. Los otros seis, en cambio, prefirieron evitar la exposición pública.
Sin embargo, a partir de la tercera audiencia, también Appiani y Demonte dejaron de asistir y le presentaron un escrito al juez Leandro Ríos explicando los motivos.
En el texto de una carilla, redactado por Appiani y firmado también por Demonte, le manifestaron al magistrado su “voluntad de no asistir a las audiencias” de declaración de los ex presos políticos para “evitar (las) situaciones irritativas y de alto impacto emocional” que genera la presencia de ambos en la sala “y que puedan influir en las condiciones de vulnerabilidad de los testigos-víctimas”, según expusieron.
En el escrito los represores también le plantearon al juez Ríos que tenga en cuenta su ausencia y actúe “de conformidad contemplando eventuales colisiones que pudieran suscitarse entre los derechos de las víctimas, nuestro derecho de defensa y el interés punitivo del Estado por descubrir la verdad” (sic).
Ante esa circunstancia, le pidieron al magistrado que “oficie a las autoridades penitenciarias para dejar sin efecto” su traslado a las audiencias fijadas en los cuadernos de prueba, como se denomina a esta instancia en el proceso.
No obstante, es de esperar que al menos Appiani vuelva a la sala de audiencias la semana próxima, una vez que hayan terminado las ratificaciones de testimoniales de los ex presos políticos y familiares de los desaparecidos y comience el desfile de oficiales de la Policía Federal y profesionales paranaenses que los represores ofrecieron como testigos.

Otra recusación
Mientras el juicio continúa desandando su camino, Appiani no descansa en su estrategia dilatoria.
Como lo hizo hasta el hartazgo en los últimos años, desde el inicio de la etapa de testimoniales el represor presentó dos recusaciones contra el juez federal Leandro Ríos.
Por un lado, Appiani le cuestionó la extensión de un cuarto intermedio que dio el magistrado para que las partes pudieran analizar el pliego de posiciones para que se le formularan a Eduardo Ayala en la primera audiencia; y luego acusó al juez por “enemistad manifiesta”, en virtud de las objeciones que le impuso a varias de las preguntas que pretendió formular en las audiencias a las que asistió.
En la primera audiencia, por ejemplo, Appiani insistió en varias ocasiones en preguntas sobre su desempeño como auditor del consejo de guerra, esas parodias de juicios militares a las que fueron sometidos varios ex detenidos políticos, y se quejó de que Ríos no le permitía realizar el interrogatorio de los testigos. El magistrado le advirtió que se ajustara a los límites que se habían establecido para las preguntas y entonces el represor desistió, le advirtió que plantearía nulidades y finalmente disparó:
–Que se deje constancia en actas de que no se me permite el interrogatorio.
Al cabo de esas dos audiencias, Appiani presentó dos recusaciones contra el juez. Ríos, por su parte, las rechazó y dio intervención a la Cámara Federal de Apelaciones. Pero esta novela promete no terminar ahí.
Fuente: El Diario
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