El miércoles se presentó ante la Justicia de Gualeguaychú para comenzar a cumplir la condena, el camionero concordiense que originó la tragedia del kilómetro 40, donde perdieron la vida Pedro Ignacio Olloquiegui, Adriana Otero, Juan Francisco Raffo y Miguel Ignacio Olloquiegui.
De inmediato fue trasladado a la Jefatura Departamental para posteriormente ser llevado a la cárcel de Gualeguaychú, pero a raíz de un pedido que realizó su abogado por ser oriundo de Concordia y por tener a su familia en la capital del citrus, el condenado fue ubicado el jueves en un pabellón de la Unidad Penal Nº 3.
El 10 de diciembre del año pasado, Castro había sido sentenciado a tres años y dos meses de cárcel por ser encontrado responsable del delito de homicidio culposo doblemente calificado por la conducción antirreglamentaria de vehículo automotor y además se lo inhabilitó por diez años para conducir.
Su abogado defensor, Alejandro Perroud, recurrió en casación para lograr una reducción de la condena y que ella se cumpliera de forma condicional, pero el Tribunal que revisa los fallos judiciales de Entre Ríos solo redujo 60 días de pena y mantuvo el cumplimiento efectivo.
Sobre el caso
La tragedia se originó en los primeros minutos del 6 de septiembre de 2013. Gualeguaychú desayunaba con la terrible noticia de un accidente ocurrido en el kilómetro 40 de la Autovía Mesopotámica. Una familia de la ciudad perdió trágicamente la vida por la negligencia de un camionero que había atravesado su rodado con carga en la ruta.
Por esta negligencia, Pedro Ignacio Olloquiegui, de 54 años, que conducía el automóvil Renault Megane, su pareja Adriana María Otero de 43 años, y el hijo del conductor, Miguel Ignacio Olloquiegui de 19 años, murieron de forma instantánea. Un sobrino, Juan Francisco Raffo de 22 años, falleció pocos días después en el Hospital Centenario, a causa de las gravísimas lesiones que le provocó el impacto.
Un hecho curioso
Una vez leída la condena de la jueza Mariela Rojas, sucedió un caso anecdótico y poco común. Gerardo Otero, hermano de Adriana Otero, una de las víctimas, pidió decir unas palabras que fueron dirigidas al recién condenado.
Englobando a toda la familia, le dijo: Nosotros sabemos que no sos un delincuente, me duele en el alma que un laburante como vos vaya preso, pero debe quedar un precedente para que un hecho como este no se vuelva a repetir.
Notablemente emocionado y con un nudo en la garganta agregó: a nosotros nos condenaron de por vida a no tener a nuestra gente querida. Vos te preguntás porque te pasó a vos y nosotros también nos preguntamos por qué nos pasó a nosotros, lo único que yo quiero es que esto sirva para algo, quiero q entiendas que tenías que pagar, mencionó.
Una semana atrás esperaba verte en algún lugar, conocerte y no se qué podría llegar a haber hecho, pero debo agradecer que al asumir lo que hiciste no nos hiciste pasar por cosas que ninguno de nosotros quería revivir, te perdonamos, le transmitió Otero. Fuente y foto: El Día
