Policiales Paraná

Juzgan a un hombre por un crimen y tres tentativas de homicidio

Cristian Manuel Siegfried, alias Pestaña, de 27 años, domiciliado en barrio El Morro, comenzó a ser juzgado acusado del delito de Homicidio y tentativa de homicidio, en tres hecho, en concurso ideal.
La víctima fatal es Alejandro Cabral, que falleció nueve días después del incidente, ocurrido el 7 de septiembre de 2012 en calle Los Sauces al final, en barrio La Milagrosa de Paraná, como consecuencia de un “trombo embolismo pulmonar, con oclusión total de la arteria pulmonar”. Según se consigna en la requisitoria de elevación de la causa a juicio “el episodio embolico guarda en estos casos relación estrecha con una falla multiorgánica, con alteración de los diversos mecanismos normales de la coagulación, entre otras alteraciones, siendo a su vez la entidad, generalmente fatal, de un cuadro infeccioso refractario al tratamiento”. La defensa de Siegfried, a cargo de José Iparraguirre y Leandro Kunzi, entiende que el fallecimiento de Cabral fue como consecuencia de un cuadro de sepsia que habría contraído cuando estuvo internado en el hospital San Martín. Sin embargo, un informe médico forense puso en cuestión la hipótesis de los letrados de la defensa. El debate continúa hoy con el testimonio de seis testigos, dos de los cuales debieron declarar ayer y no se presentaron.
Siegfried se abstuvo de declarar ante el Tribunal de Juicio y Apelaciones, integrado por Alejandro Grippo, Marcela Badano y Elisa Zilli, y la fiscal general de coordinación del Ministerio Público Fiscal Matilde Federik. En la primera jornada de la audiencia, que se prolongará hoy y mañana, declaró el integrante del Cuerpo Médico Forense de Tribunales Walter Aguirre. El galeno brindó una pormenorizada, didáctica y técnica exposición sobre la autopsia que se le realizó a Cabral y dio precisiones sobre las causas del deceso de aquel.
El profesional, ante una pregunta de la defensa en relación a si la muerte de Cabral pudo deberse a una sepsis, respondió: “No tengo elementos para decir que fue una práctica médica defectuosa” y agregó “es posible lo que usted dice, pero hay más elementos a favor de lo otro”. En este punto, la defensa cuestionó que en el informe que brindó tras el deceso de Cabral no fue contundente respecto a que la causa de la muerte fue por el disparo. Aguirre explicó que en la labor que emprenden con un cadáver debe realizar dos autopsias, una traumatológica y otra clínica, lo que lleva varios días, y concluyó diciendo que “con los antecedentes clínicos en el momento del hecho se hubieran disipado todas las dudas”.
Aguirre recordó que Cabral falleció el 16 de septiembre de 2012, nueve días después de recibir un disparo de arma de fuego en el abdomen. La herida, según precisó el médico, presentó dos orificios: uno de entrada y otro de salida. También explicó que “en el trayecto por el interior del organismo de la víctima, el disparo desgarró el hígado de Cabral y le lesionó el pulmón derecho como consecuencia de la onda expansiva que sigue al paso del proyectil, que ocasiona un juego enorme de presiones abruptas que generan las consecuencias más graves en el organismo vivo”. También agregó que “la onda expansiva se observa cuando la herida presenta orificio de entrada y de salida”. El galeno precisó que en el informe de la autopsia exhibió “signos de sobreinfección, sobre todo a nivel pulmonar”. Aguirre recordó que Cabral fue intervenido en el quirófano del nosocomio paranaense cuando ingresó herido. En este sentido añadió que “durante la operación hizo un paro cardíaco que se revirtió con un masaje cardíaco intraoperativo” tras lo cual fue trasladado “a terapia con pronóstico reservado en estado grave”.
El hecho
A Siegfried se le atribuye que el 7 de septiembre de 2012, aproximadamente a las 16.30, disparó con una pistola 9 milímetros contra Lautaro Altamirano, Mauro Morales, Marcos Nehemías Josué Guilleron y Alejandro Cabral, en calle Los Sauces al final, frente a la casa de la familia de Altamirano, calle Regis Martínez.
Fuente: El Diario
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