Me pararon tocando la bocina, algo que solo pueden hacer en caso de emergencia. Luego me pidieron tarjeta verde y demás. No tenía el casco ni seguro porque me los olvidé, fui a llevar unos medicamentos, era un trámite de un rato, solo hice dos cuadras. Cuando me solicitaron las cosas yo les pedí lo mismo a ellos, porque sé que no tienen documentos, ni chalecos, ni tarjeta azul, seguro, matafuegos ni nada. Conducen y no tienen los papeles, explicó Marcos Peirano.
Asimismo, contó que en ese momento encadenó su moto en la heladería ubicada en calle Colón y Avenida Ramírez, y luego se dirigió a la casa de un amigo a esperar. Lo hice porque es mi propiedad privada y nadie tiene derecho a tocarla. Me hicieron una multa, pero ellos pueden circular sin papeles. No me gusta que me exijan algo que ellos tampoco tienen. Yo soy conciente del uso del casco, de hecho, trabajo en el Incucai y traslado órganos de gente que murió por accidentes en moto, el 90% de ellos fallece por eso, señaló el joven.
Finalmente, se retiró con normalidad del lugar y aseguró que no pagará la multa.