Policiales Caso Rosatelli

Fijaron fecha para el juicio por el crimen del primo del subjefe de Policía

El Tribunal de la Sala Penal de Concordia determinó que el 8, 9 y 10 de octubre se juzgará a Roberto Marsicano por el homicidio de Miguel Rosatelli, quien era primo hermano del subjefe de Policía de Entre Ríos.
Roberto Marsicano.
Foto: Roberto Marsicano.
Tras varias situaciones que dilataron la celebración del juicio en el que se determinará la responsabilidad de Roberto Marsicano en el crimen de Miguel Rosatelli, ocurrido el 3 de mayo de 2013 cerca de la medianoche, la Sala Penal de Concordia, que presidirá la jueza Carolina López Berni, informó que la audiencia se celebrará el 8, 9 y 10 de octubre. Las jornadas comenzarán a las 8.30 y serán orales y públicas. Así, la Sala fijó las fechas de la audiencia, que pretenden ser definitivas, después de la última postergación que se generó a raíz de un nuevo cambio en la designación de su defensa por parte del imputado.
El querellante particular, Marcos Rodríguez Allende precisó que el viernes por la mañana recibió la notificación con la confirmación de la fecha de la audiencia. “Nos han informado de esta nueva fecha de audiencia que, como ya lo hemos requerido en su oportunidad al Tribunal, pretendemos que sea la última y definitiva”. Respecto a las sucesivas dilaciones que postergaron el comienzo del debate, el letrado entendió que “esto fue por todos los artilugios defensivos y procesales de Marsicano, quien, pese a estar detenido actualmente con prisión preventiva, ha hecho todo tipo de medida para no llegar a debate oral y público, tal como es su derecho de llegar lo más rápido a debate y que le juicio se celebre con celeridad”.
El letrado entendió que las pruebas que constan en la causa indican que se está “ante un homicidio doblemente agravado; primero por alevosía, porque se mató a una persona totalmente indefensa, que estaba dormida, sin posibilidad de resistencia, es decir que se actuó sobre seguro. Además hay que agregar el agravante del homicidio criminis causa, que se configura cuando se mata para provocar otro delito, es decir para provocar el apoderamiento ilegítimo de una suma de dinero”. En este sentido, manifestó que “como querellante, y siempre de la mano del Ministerio Público fiscal, hemos recolectado todos estos indicios. Es importante señalar que en Concordia hace varios años que está en vigencia el nuevo Código Procesal Penal, que está siendo eficazmente implementado en los debates, salvo en esta causa que ha sido muy dilatada por los artilugios de la defensa, esperamos que en esta fecha podamos hacer el juicio oral y público y demostrar su culpabilidad”.
El querellante opinó que “esta causa tuvo mucha repercusión en Entre Ríos por las características de la víctima y el victimario. Marsicano es un imputado con una muy importante solvencia económica, con un importante pasar económico, que posee muchas propiedades y campos. Además, este delito se describe en un ámbito y un entorno totalmente diferente a los que nos tiene acostumbrados la mayoría de los homicidios. Esto fue un homicidio entre dos íntimos amigos, primo hermano del subjefe de la Policía de Entre Ríos”.
Para Rodríguez Allende está probado que el homicidio “se produce para perpetrar el robo de una importantísima suma de dinero, estamos hablando de más de 100.000 dólares y más de 400.000 pesos. Esto ocurre pasada la medianoche del 3 de mayo de 2013, cuando Rosatelli está dormido en su dormitorio. Hasta allí se acerca Marsicano con un revólver propiedad de la víctima y le produce un disparo en la nuca que le ocasiona la muerte inmediata”.
El letrado reconstruyó los pasos que habría seguido el imputado tras, como se le atribuye” haber disparado contra Rosatelli: “Paso seguido comienza a romper el cielo raso del techo del dormitorio, donde Rosatelli tenía escondida la importante suma de dinero, y se apodera ilegítimamente del dinero para luego, en la camioneta de Rosatelli, volver a Concordia”. Rodríguez Allende recordó que “ambos estaban solos en una casa quinta propiedad de Rosatelli. Después Marsicano deja estacionada la camioneta a dos cuadras de la plaza principal de Concordia, se va a su casa y arma toda una planificación del escenario de los acontecimientos; vuelve con su automóvil a la casa de Rosatelli y desde allí comienza a hacer los primeros llamados telefónicos avisando que había encontrado a su mejor amigo muerto por un disparo de arma de fuego”.
Según afirmó el querellante en declaraciones a El Diario, “hay filmaciones en la que se lo puede ver (a Marsicano). Está probado que cenaron juntos, que salieron juntos del restaurante y que se fueron solos a la casa quinta de Rosatelli. Incluso, esto no sólo está probado sino que fue lo que declaró el imputado. En su coartada reconoce haber disparado a Rosatelli, obviamente que cambia los motivos del disparo, dice que se le escapa, que se asusta y le produce un disparo en la nuca, cuando Rosatelli estaba acostado y dormido. Esta declaración es absolutamente inverosímil, infantil, no tiene ningún elemento probatorio que pueda sostener su declaración indagatoria”, evaluó Rodríguez Allende.
“Cuando Marsicano regresa a la casa de Rosatelli, llama por teléfono al subjefe de la Policía de Entre Ríos, que es el primo hermano de la víctima, para decirle que lo había encontrado muerto y que habían robado dinero a su primo”, continuó explicando Rodríguez Allende los pasos que, según se pudo reconstruir en el expediente, habría realizado el imputado.
El querellante indicó que “el fiscal llega a los pocos minutos y comienza las primeras pesquisas en la que el buen olfato de Aníbal Lafourcade, que está comprometido con la causa desde el primer momento, quien se dio cuenta que había muchas cosas raras, entre las que se cuenta que advirtió que los brazos del imputado estaban totalmente lastimados, lo que fue producto de meter la mano en ese cielo raso de madera”.
Con tales indicios en su poder, el funcionario solicitó realizar un allanamiento en la casa del imputado, donde se secuestró una camisa que tenía restos de astillas, las que al ser peritadas arrojaron que eran compatibles con las de la madera del cielo raso. También se le hizo un examen de dermotest en el brazo izquierdo que dio positivo y se secuestró parte del botín, “casi 50.000 dólares y 100.000 pesos, que tenía escondidos Marsicano”, precisó el querellante.
Rodríguez Allende destacó que “cuando Marsicano se da cuenta del allanamiento intenta desprenderse de cuatro balas que pertenecían al arma que se usó en el crimen, intentó arrojarlas por el inodoro pero por la buena intervención de los efectivos se pudo frustrar el intento”.

Cambios
Marsicano exhibió una conducta fluctuante en lo que hace a la designación de su defensa técnica. En el comienzo de la causa estuvo al frente de su representación el abogado Rodrigo Ramos Gorostegui, a quien sucedió el malogrado abogado Iván Dri, quien se quitó la vida. Posteriormente regresó con Ramos Gorostegui para luego volver a cambiar por Edelmiro Díaz Vélez. En la que sería la última variante en la designación de su defensa, Marsicano le bajó el pulgar a Díaz Vélez y designó a José Ostolaza.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS