Policiales El hecho ocurrió en Seguí el 20 de julio de 2010

Juzgan a acusado de matar a un hombre golpeándolo con una viga

Se le atribuye haber atacado a la víctima junto a otras personas y tras golpearla y dejarla inconsciente, le asestó un golpe en la cabeza con una viga de cemento de 96 centímetros de largo que le produjo el estallido del cráneo.
Rodrigo Mariano Leiva comenzará a ser juzgado hoy ante el Tribunal de la Sala I en la Cámara del Crimen por un violento crimen ocurrido el 20 de julio de 2010 en Seguí. Al acusado se le imputa que aquel día, entre las 19.30 y las 24 de aquel día, “presumiblemente actuando de manera conjunta con otras personas cuyo número e identidades no se han podido establecer”, mientras se encontraba “en una construcción ubicada en calle Victoria al final de la ciudad de Seguí, que pertenece al Loteo de la Inmobiliaria Crespo, en compañía también de Hugo Daniel Kriger procedió, posiblemente junto a las demás personas no individualizadas, a propinarle al nombrado una serie de golpes que le produjeron diversas lesiones en su rostro, fractura de maxilar derecho, múltiples escoriaciones en hemi cara izquierda y en el dorso de los dedos de ambas manos, para luego con intención de darle muerte, munido de una viga de cemento de 96 centímetros, asestarle un golpe en la cabeza que le provocó estallido de calota y de base de cráneo con destrucción completa de masa encefálica, herida que le produjera la muerte”. El cuerpo de la víctima fue encontrado a las 7.15 por un hombre que salió a pasear sus perros.
Si bien no trascendieron los móviles del violento crimen, testigos que declararon en la causa señalaron que la víctima mantenía relaciones sexuales con jóvenes de la localidad, incluso uno sostuvo que si Krieger salió la tarde noche del hecho fue porque recibió un mensaje de texto con una supuesta proposición. En este sentido, desde la acusación se precisó que “se encuentra probado que imputado y víctima se conocían y mantenían una particular relación, derivada de la inclinación homosexual de ésta última y posiblemente, de las necesidades y carencias económicas del encartado, que motivaran que este último accediera a mantener trato sexual con aquella a cambio de dinero”.
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