El miércoles por la mañana, desconocidos ingresaron a un condominio ubicado en calle Alem al 800, a metros de la Dirección de Tránsito de Paraná. Se llevaron la bomba de agua ubicada en un espacio de la planta baja, para lo cual se habrían tomado su tiempo. Para su cometido no violentaron ninguna cerradura, lo que despertó las sospechas de los habitantes del edificio.
Este es el tercer episodio delictivo que se registra en este lugar en tres meses: la primera vez fue en mayo, cuando cuatro departamentos fueron violentados (uno de ellos revuelto y otro saqueado); un mes después, se robaron una Motomel Skua 150 que estaba estacionada en el hall.
Ahora, con el tercer robo registrado en el edificio, todos se miran con sospecha. Por eso, un anónimo pegó un cartel en el ascensor: Siendo las 11 más o menos, dos individuos robaron la bomba de agua. Ahora deberemos pagarla todos. Acá no entra nadie más de afuera que no sea allegado. El ladrón está acá.
Por otro lado, aunque el dato resulte irrelevante para la investigación, hay una extraña coincidencia ya que los tres hechos cayeron en días 27: en mayo, junio y agosto. Lo cierto es que varios vecinos del edificio ya piensan en mudarse porque no quieren seguir viviendo con miedo.
Frente a la Plaza del Bombero
El viernes a la mañana delincuentes ingresaron a robar al edificio de calle Urquiza 679. A las 11.30, y aprovechando el descuido de algún vecino o visitante, entraron y se llevaron la bomba de agua y un bolso con ropa ubicada en un espacio al lado del hall. El administrador realizó la denuncia en la comisaría segunda, pero poco después los vecinos se llevaron otra ingrata sorpresa: en horas de la siesta, alrededor de las 15, un ladrón entró con una barreta e intentó ingresar a un departamento de la planta baja. Justo fue advertido por un joven que realizaba tareas de limpieza en el edificio y huyó corriendo.
Una vecina del lugar contó que los hechos dejaron en alerta a todo el edificio, por lo que se reunió el consorcio y tomó decisiones al respecto: van a colocar una cámara de vigilancia, cada propietario o inquilino de los departamentos evaluará instalar sistema de alarma, se prohibirá abrir la puerta del edificio con el portero eléctrico, y se cambió la cerradura de la misma.
Estamos muy inseguros, afirmó la mujer, debido a que se sienten observados y vigilados todo el tiempo por un grupo de personas que está todo el día en un banco de la Plaza del Bombero ubicada enfrente. Están todo el día ociosos mirando todos los movimientos. Saben todo, cuándo hay gente, cuándo no, estamos muy controlados, dijo la vecina.
Además, algo sospechoso en este sentido fue que el día de los robos, por las denuncias en la comisaría hubo una gran presencia policial en el edificio, y causalmente no había nadie sentado en el mencionado banco de la plaza. (Uno)
