Con la orden judicial se llevó a cabo un allanamiento en la quinta y se requisó una camioneta que ingresa en ese momento al lugar, sobre la cual se encontraron elementos de interés para la causa, al portar en su caja trasera varias jaulas y tramperas con distintas especies de aves, recientemente capturadas y las utilizadas como llamadoras.
Mientras que en el predio se encontraron otros elementos similares de caza, más una jaula fija de grandes dimensiones - 2 x 1 x 60 de alto- donde permanecían hacinados los plumíferos. En total se secuestraron 10 jaulas, 9 tramperas y pegamento prohibido, decomisándose más de 70 pájaros autóctonos de nuestra provincia, los cuales fueron inmediatamente liberados acorde las disposiciones legales vigentes, a excepción de los que no se encontraban en condiciones aptas para recuperar su libertad, ya que tenían las alas cortadas o producto del hacinamiento estaban demasiado débiles, dejando constancia en las actuaciones que algunos yacían sin vida en el fondo del jaulón.