Esa acción dentro de la jerga carcelaria se denomina chetear y no fue descubierta por los celadores, pero si una hora después, cuando los presos del Pabellón 4 retornaron a sus celdas y encontraron que les faltaban zapatillas y otros elementos personales. Comenzaron a insultar a sus vecinos de abajo y algunos de los reclusos del Pabellón 2 decidieron trepar nuevamente la reja para un enfrentamiento. Fue en ese momento en que los celadores accionaron la alarma e ingresó el personal de la Guardia Externa con escudos, cascos y escopetas, disparando al aire tiros intimidatorios.
Durante el operativo para reducir a los internos alterados, un funcionario recibió un piedrazo por parte de un interno del pabellón 2, por lo que debió ser atendido en una clínica céntrica.
Una vez calmada la situación, se realizó un control físico de los protagonistas y no se advirtieron lesionados. Dos internos del Pabellón 2 y otros dos del Pabellón 4 fueron trasladados a aislamiento, mientras se desplegó una requisa en las celdas de alojamiento que finalizó con el secuestro de varias armas de fabricación casera. (El Día)