Policiales A la denunciante no la pudieron ubicar

Absolvieron al acusado de abusar de una mujer extranjera en una fiesta

La Sala I en la Cámara del Crimen adelantó la sentencia y absolvió al acusado de abusar de una mujer de nacionalidad hondureña, porque la fiscal desistió de acusar. Se probó que no hubo acceso carnal.
La valoración de la prueba en el contexto del hecho, arrojó que hubo “más que duda razonable” sobre las circunstancias en que habría ocurrido.
El hombre de Viale acusado de abuso sexual simple en perjuicio de una ciudadana hondureña, fue absuelto porque la fiscal de Cámara María Carolina Castagno desistió de acusar. La funcionaria sostuvo que se probó que no hubo acceso carnal; y al valorar la prueba en el contexto en que se dieron los hechos, entendió que surgieron serias dudas sobre el desarrollo de los mismos, incluso sostuvo que no hubo elementos de prueba que demostrara que hubo un abuso.
El debate se realizó sin la presencia de la denunciante, que regresó a Honduras después del hecho. Desde los Tribunales entrerrianos se libraron oficios y exhortos a la embajada argentina en Honduras para que la Policía de este país diera con el paradero de la mujer, pero al cierre de la causa no se obtuvieron resultados.
En la jornada que se realizó ayer, declaró un hombre que en el comienzo de la instrucción de la causa estuvo como coimputado, puesto que en el momento en que la denunciante cobró sentido de la situación, el hombre estaba acostado a su lado con la cabeza apoyada en el hombro izquierdo de la mujer. Con el correr de la investigación su situación cambió y fue desvinculado, quedando como testigo. En esta condición prestó testimonio ayer ante el Tribunal que integraron Miguel Ángel Giorgio, Hugo Perotti y José María Chemez.
El testigo realizó un relato coincidente con el que brindó en la instrucción, donde sostuvo que “cuando se despertó la denunciante, estaba sin pantalón y sin bombacha, parada al lado de la cama, el imputado estaba desnudo, también parado, casi saliendo de la pieza, se iba levantando los pantalones”. Es tales circunstancias la denunciante “se vistió y salió atrás de él, le pegó puñetazos y lo corrió. Mientras dos jóvenes seguían durmiendo, la hija de la dueña de casa estaba con otra chica, ellas los vieron a los dos desnudos”. Este relato es coincidente con el de otros testigos y abona la hipótesis que la denunciante se sintió avergonzada porque fue descubierta casualmente por las dos chicas que llegaron a la habitación alrededor de las 5. El testigo recordó que “cuando la denunciante bailaba se levantaba un poco la remera y mostraba la panza, estaba borracha y seguía tomando”.
Castagno realizó una valoración de la prueba colectada en el contexto del hecho y analizó los puntos de contacto entre las versiones que se conocieron. Así, sostuvo que todos los relatos son coincidentes en señalar el alto grado de alcoholización que presentaban todos los asistentes a la casa donde se celebraba una fiesta, que la denunciante estaba muy alcoholizada y bailaba alegremente, que se fue de la casa a la tarde y regresó alrededor de las 3 y siguió bebiendo. Además, mencionó que el médico de la Policía la revisó el mismo día del hecho, constatando que “al examen ginecológico no visualizó lesiones traumáticas, y observó desfloración de vieja data”. En relación a otra prueba objetiva, refirió que en el acta de secuestro del juego de sábanas con que el día del hecho estaba tendida la cama de dos plazas de la vivienda, no se encontraron espermatozoides ni antígeno prostático específico (PSA), al igual que en “los extendidos vaginales” que se le realizaron a la denunciante.
La fiscal también consideró que a pesar que la casa donde se originó el incidente presenta, según el croquis que se realizó en las actuaciones, que “los dos dormitorios que tiene la casa son una misma habitación dividida con un tabique de madera que no llega hasta el techo; la cocina separada de la pieza por una pared de block de cemento”, ninguno de los que se quedaron a dormir allí escuchó ruidos y la discusión que se originó cuando la denunciante se dio cuenta de que supuestamente la estaban abusando. En este sentido, se supo que al llegar los efectivos a la vivienda, tras la denuncia policial, vieron personas adultas y niños durmiendo por doquier.
El hombre fue juzgado por “haber tocado los genitales y los pechos de la denunciante, y luego la accedió carnalmente, el 7 de octubre de 2012 a las 6 aproximadamente, aprovechando que ésta no podía oponer resistencia dado que por su estado de ebriedad se encontraba profundamente dormida en la cama de la dueña de una vivienda, sita en calle Perú sin número de la ciudad de Viale, donde se estaba realizando una fiesta desde la noche anterior”. (El Diario)
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