Paraná Historia de sacrficio y esfuerzo

Hace 50 años que vende copos en Paraná y brindó consejo para los más jóvenes

Carlos María Dure hace 47 años que todos los días recorre con su bicicleta la ciudad vendiendo copos y girasoles. Ante Elonce contó que “los niños que antes me compraban ahora son padres”. El consejo que le da a diario a los más jóvenes.
Carlos María Dure, más conocido como El Zorro , hace 47 años que todos los días recorre con su bicicleta las distintas plazas, playas y parques de la ciudad ofreciendo girasoles, copos de azúcar y golosinas para los más chicos. “Es un trabajo muy lindo donde hablas mucho con la gente", precisó.

En diálogo con Elonce Duré, contó que comenzó a trabajar de heladero en 1977, “iba a Diamante, Villa Urquiza y todos los lugares donde pueda vender los productos. En Paraná me recorría los lugares turísticos donde los contingentes de chicos hacían excursiones con la escuela”.
“Al principio había muchísimo trabajo, éramos unos 15 vendedores de helados, nos habíamos dividido las zonas, horarios y todos vendíamos lo que teníamos”, dijo Duré al rememorar que “Antes en el Patito Sirirí las familias se reunían por la noche a compartir y los nenes jugaban, entonces pasaba con los helados y me compraban el postre, era una linda costumbre. Ahora los chicos no juegan tanto al aire libre, hace décadas era otra cosa”.

En esta misma línea, El Zorro recordó que con su trabajo vivió muchos momentos lindos y uno que atesora con mucha estima fue cuando el Gurí Martínez se consagró campeón del Formula 850: “Ese día estaba en el autódromo vendiendo helados, su padre me invitó a almorzar en el festejo y me compró todos los helados para compartir con los presentes. Era gente sencilla que valoraban todos los trabajos”, señaló.

También rememoró que “siempre le vendía helados en la puerta del Rowing a una niña rubia muy amable, que con el tiempo resultó ser Valeria Mazza. Aún recuerdo, diariamente me compraba un Conogol de Frigor y luego iba al club”

Duré contó que “me gusta ver a los niños felices y la carita que ponen cuando los padres le compran la golosina, es sentirse parte de la infancia de ellos, una etapa hermosa. Hoy en día las mamás que me compran son las que antes eran niñas y sus madres me buscaban por los helados y copos”
Al ser consultado sobre por qué vende tanto, mencionó que “siempre creí que el secreto está en ser amable, respetuoso, escuchar al otro y estar prolijo: una camisa limpia y planchada. Es decir, lo más presentable posible”.

Lo más lindo de este trabajo es compartir con la gente

Duré con su bicicleta siempre recorrió muchísimas zonas de la ciudad y ya es muy conocido, puesto que hace casi cinco décadas que endulza las tardes de los más chicos. “Los demás vendedores me cargan y cuando llego me dicen Uh el zorro ahora nos quita los clientes , pero es porque hace mucho que estoy en esto”.
Orgulloso de tu trabajo, El Zorro, contó que con mucho esfuerzo y sacrificio logró criar a sus hijos y mantener a su familia. “Es un alivio sentirse digno y ver a mis hijos grandes y responsables”.

Un tanto nostálgico, Duré mencionó que “hoy la juventud no es como antes, tienen que aprender a ganarse el mango, trabajar conseguir todo con esfuerzo. Hay veces que después de un largo día de trabajo, vuelvo cansado con mi bicicleta y se me acercan los jóvenes, de 18, 20 y 25 años a pedirme que les de dinero y yo les contestó: Tienen que laburar para conseguir algo, de arriba no vale nada”.

El consejo de Carlos María Duré para las nuevas generaciones es “trabajar y ganarse las cosas con esfuerzo, así uno valora lo que tiene y sabe lo cuestan las cosas. No es pedir y listo, hay que arremangarse”.

Finalmente, destacó "es verdad que todo está difícil, pero si no se trabaja la cosa va peor".

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