Paraná Fidelidad recíproca

Vive en la plaza para no dejar solos a sus perros: "Son mis amigos, mi familia"

José, el "Gitano", es un cuidacoches que vive en la Plaza Alberdi junto a siete perros. Desechó el ofrecimiento de ir al albergue municipal porque no puede llevar los canes. "La gente es buena y ayuda", afirma.
José,  el "Gitano", junto a sus perros.
Foto: José, el "Gitano", junto a sus perros.
Crédito: El Diario
Hace siete meses que vive en la calle. No le falta para comer ni 60 pesos que todos los días deja en una carnicería céntrica para comprarle los huesos a sus siete perros que son sus inseparables compañeros y la causa de que le falte un techo.

Es que José, un cuidacoches de calle Belgrano no encuentra una casa con patio como para llevar a su cuadrúpeda familia. "Ellos son mis amigos, son mi familia, y me necesitan", dijo a El Diario.

"Hace siete meses vivía en Anacleto Medina, pero sobre el pucho me avisaron que no podían renovarme el contrato. Entonces pasé en la calle unos días y comenzaron a venir junto a mí estos perros. Bueno, ahora no los quiero dejar solos", explics

A José, sus amigos humanos de la zona de la Plaza Alberdi lo llaman "el Gitano". Dice que a ese sobrenombre se lo pusieron hace muchos años, cuando llegó a Paraná de su ciudad natal, Corrientes. "Es que yo hablaba raro, con otra tonada, y por eso creían que era gitano", manifiesta.

José se convirtió en una especie de padre adoptivo de los perros de la céntrica plaza, conocida como "la placita del seminario". Antes de que llegue José a sus vidas, esos perros se valían de sí mismo, jugueteaban entre ellos, corrían las motos, dormían donde les daba la gana, siempre que no sea una zona de disputa entre la comunidad perruna.

Pero José le imprimió un orden social a esa manada que ahora camina, como un ramillete domesticado, siguiendo el ritmo que marca su paso tranquilo.

"Yo quiero una casita con patio para llevarlos a todos. Pero no consigo. El intendente ya sabe todo esto, y me ofrecieron ir al albergue municipal. Yo no voy porque ahí no puedo llevar a los perros", explica con tono de quien lanza una frase cargada de lógica y sentido común. Para José es lógico y de sentido común dormir en una plaza porque no se quiere separar de su familia de canes.

"Tienen nombre", pregunta el cronista. "Sí, sí. Este es Ringo Bonavena; este otro, Rocky Balboa. Aquél que está allá echado comiendo es el Gordo Valor. Esta es La Loba, la Gorda, la Tigresa y me falta ahora la Juanita Viale", dice mientras recorrer con el dedo señalando a cada uno de los cuadrúpedos compañeros.

José confía en que no tendrá problemas en conseguir recibos de sueldo para alquilar una casa, porque "la gente es buena y ayuda", sentencia. Precisamente ante la pregunta sobre cómo está la calle, el hombre de los perros no duda en sentenciar: "bien, tranquila; la gente es buena y colabora".

-Y con el frío, ¿como la llevás?
-Bien. Con el agua también porque cuando llueve me prestan un lugar, junto a un negocio, donde pongo un toldo y dormimos todos juntitos.
"Todos" es él y los siete ejemplares que, con fidelidad perruna, no se alejan ni de día ni de noche.

"Yo puedo alquilar pero sin mis perros no me voy. Hasta tres mil pesos puedo pagar", afirma José, pese a demostrar poco interés en cambiar la plaza por una vivienda. "Y qué se le va a hacer: vivo en la placita porque sin mis perros no me voy a ninguna parte", insiste.
Fuente: El Diario
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