"Mis bisabuelos ya fueron panaderos. Siempre en el interior: Brovil, Alcaraz yFederal. Fuimos tomando la tradición. Somos tres hermanos, una mujer y dos varones. Los tres tenemos panadería. Es lo que nos gusta hacer y gracias a Dios podemos vivir de lo que nos gusta", señaló durante el programa El Despertador de Elonce TV.
No obstante, admitió que "hay recetas que hemos heredado pero la panadería va cambiando permanentemente y no te podés quedar con lo de 30 o 40 años atrás. Hay que ir adaptándose a lo que la gente quiere comer. Se hace lo que se puede vender".
Ratificó que "en Paraná es tradicional el bizcocho, con lo que sea. A la gente le gusta que tenga algo adentro, como queso, fiambre o chicharrón".
"Uno con el tiempo va haciendo amistades con la clientela. Hoy me sorprendió porque me saludó mucha gente que no esperaba. A veces uno piensa que es una relación comercial y el cliente no lo toma así. Te ves todos los días", dijo Yacob.
Y al ser consultado sobre las calorías de los panificados se despachó: "Para mi lo que menos engorda es el pan, porque no tiene grasa, huevo, leche. . . Es harina, agua y sal. Ocurre que después le ponemos mermelada, manteca, dulce de leche y ahí se complica, pero hay que caminar, no queda otra".
Finalmente, consultado acerca de si todavía existe la libreta del fiado, indicó que desapareció, pero afirmó: "Si viene un chico que te dice que se olvidó la billetera le decis que lo lleve igual. Si va a laburar no podés dejarlo sin la merienda, porque sino está toda la mañana sin comer nada".
En el Día del Panadero Argentino, también conocido como el Día Nacional del Obrero Panadero, se conmemora la creación de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, considerada como el primer sindicato de obreros panaderos, fundado un 4 de agosto de 1887. Todo esto, ideado por Enrique Malatesta, famoso anarquista que pasaba sus días en Buenos Aires en esa época y que, además, en su corta estadía en Argentina, entre 1885 y 1889, como activista político dejó una fuerte impronta en lo que fueron los orígenes de la organización del movimiento obrero en nuestro país. Recién en 1957 fue reconocido el 4 de agosto como el Día Nacional del Panadero por el Congreso Nacional Argentino.
