"La infidelidad no está más en el Código Civil como causal, porque se entendía que eso corrompía la libertad de las personas tanto al casarse como al romper el vínculo, ya que la infidelidad era una intromisión del Estado al declarar culpable a una de las personas", aclaró al programa A media mañana, la abogada paranaense Verónica Fischbach. "El Código Civil, hasta agosto de 2015 establecía una serie de razones para disolver el vínculo matrimonial, y en caso de comprobarse la infidelidad, la sentencia de divorcio declaraba al cónyuge responsable de la infidelidad `culpable´, y eso tenía consecuencias negativas. Con el nuevo Código, la infidelidad no se mantiene como causal porque no existe una causal de divorcio", explicó.
Es que según añadió su colega, Amelia Bonasich, "en el anteproyecto del nuevo Código Civil, se quería pasar de un divorcio por causales subjetivas, a uno en el que no hubiera que alegar ninguna causal, sino que por simple voluntad de una de las dos partes, podía disolverse el vínculo familiar". "Los procesos de divorcio generaban mucho desgaste en la familia", argumentó respecto de los cambios en la normativa. "Cuando uno forma una familia, uno forma un proyecto de vida que incluye un desarrollo económico y espiritual importante, cuando hemos eliminado todas esas causas, los jueces, a pesar que no pueden encontrar un acuerdo entre todos los puntos que componen la presentación, los divorcian igual", subrayó Fischbach.
Y en esa línea, las profesionales coincidieron en otras causales de divorcio, entre éstas, "el alto componente de violencia". "Una conjunción de causas que hacen que las personas tomen decisiones que tal vez en otro momento habría postergado. Por ejemplo, los mayores de 50 al ver organizada su vida familiar, toman sus decisiones, y también tiene que ver con la preparación cultural y el acceso a bienes de conocimiento porque hay que saber lo que a uno le corresponde. Hay mucha desinformación", aclaró la abogada.
Sobre la repartición de bienes
Respecto de la repartición de bienes, Fischbach subrayó que "nunca dejó de ser lo que las partes acuerden o el 50% para cada uno si no había acuerdo"."Los procesos de liquidación de bienes son complicados", recalcó la profesional, al hacer alusión al caso de las "amas de casa que ponen las 24 horas de su tiempo en el proyecto familiar y posponen proyectos de desarrollo personal".
Qué pasa cuando hay terceros en discordia
"Si el infiel es el que está en el estudio le recomiendo que espere y tome la decisión más adelante porque generalmente se auto-perjudican", recalcó la profesional."Cuando los hombres que llegaban a la consulta y eran los `infieles´, preguntaban por las consecuencias económicas de los bienes que tenían en común, si le correspondía menos o a la mujer más derechos sobre los bienes en razón de la infidelidad", comentó la abogada, al tiempo que ejemplificó con los mediáticos divorcios de Pampita-Barrante y Susana Giménez - Huberto Roviralta.
Al que Bonasich explicó cómo funciona el régimen de ganancialidad. "A partir del matrimonio, los bienes que se adquieran y las ganancias que se obtengan al momento de la disolución del vínculo matrimonial, corresponde el 50% de eso a cada cónyuge". También existe la posibilidad de que las partes acuerden un régimen de separación de bienes.
"Las cuestiones de familia no tienen valor económico directo"
"La cancelación de un proyecto familiar no tiene un valor económico", insistió al explicar que "no hay nada más terrible que exponer las miserias ante terceros" durante un proceso de divorcio. Elonce.com